Los responsables del Club Voleibol Ibiza trabajan para intentar conformar el equipo de la Superliga masculina de voleibol para la temporada que viene. Una UD Ibiza-Ushuaïa Volley en la que no estarán Sergio Ramírez, Joaquín Monteagudo, Víctor Méndez, Paquillo Fernández ni Peetu Mäkinen (este último se ha comprometido con el Tectum Achel de Bélgica).
Se espera un cambio radical de la plantilla del club ibicenco, para la que aún no se ha confirmado entrenador tras descartarse la continuidad del vasco Aitor Barreros. El próximo curso se quiere contar con más jugadores locales, mezclando veteranía y juventud en el plantel de los isleños.
Pero antes de hacer movimientos de jugadores, los dirigentes de la entidad de Vila quieren cuadrar las cuentas del club cuanto antes. Se arrastra una deuda económica, cuya cantidad no ha trascendido, y lo prioritario es saldarla. Se está buscando financiación para ello, pero lo que parece claro es que se va a «salir la temporada que viene» en la Superliga, explicó una fuente del CV Ibiza a este periódico.
Lo positivo es que todavía quedan subvenciones pendientes de cobrar, con lo que la situación económica quedaría equilibrada para el conjunto ibicenco, según la información facilitada a esta redacción.
El que ha lanzado un mensaje de socorro es el Voley Palma, que hace unos días publicó un comunicado en el que no descarta su desaparición (se ha quedado sin patrocinadores principales) si no reúne los apoyos suficientes para darle continuidad a la entidad.
