Manu Molina, centrocampista de la UD Ibiza y uno de los grandes pilares del juego del conjunto celeste durante buena parte de la temporada en la que el club ibicenco ha hecho historia con su reciente ascenso a Segunda División, se quedó con la espinita clavada de no poder disfrutar y ayudar en Badajoz en el terreno de juego a sus compañeros en el ‘play-off’ debido a su convalecencia, tras ser intervenido de un tumor testicular pocos días antes de iniciarse la fase final de la competición.
No obstante, el mediocentro onubense ha sido partícipe en primera persona del éxito del equipo entrenado por Juan Carlos Carcedo, y asegura que está deseando gozar de la categoría de plata con la UD Ibiza.
«Me habría encantado el día del ascenso estar en el campo jugando. Llevas todo el año siendo un jugador importante para el equipo y, al final, por desgracia, te pasa lo que te pasa. Pasé muchos nervios, aunque lo importante es que se consiguió el ascenso y que el Ibiza está en Segunda haciendo historia», afirma con orgullo el jugador ‘choquero’, al tiempo que señala de cara a la próxima campaña: «He sentido el cariño de la afición de Ibiza desde el primer día y todo su apoyo después de lo que me pasó, aún más. Solo tengo palabras de agradecimiento y les prometo que el año que viene nos veremos aquí otra vez en Segunda División y que van a seguir vibrando conmigo y con este gran equipo que es la UD Ibiza».
Adiós de Kike López
Por otra parte, destacar que el club celeste anunció este miércoles la baja de Kike López, que no continuará formando parte de la plantilla de la UD Ibiza la próxima temporada. El defensa salmantino fue el jugador que provocó el penalti frente al UCAM Murcia en la final por el ascenso, que sirvió para que Ekain marcara el tanto de la victoria (1-0) en Badajoz.
