El CB Sant Antoni se ha clasificado para disputar la fase de ascenso a la LEB Plata, tras ganar en el partido decisivo al BBA Castelldefels por 95-67. El sueño del bloque isleño continúa muy vivo. Subir son palabras mayores, pero pase lo que pase la temporada es ya un éxito para los sanantonienses. El conjunto ibicenco ha sido una apisonadora y nunca ha dado opción a un rival que con el paso de los minutos ha tenido que rendirse a la superioridad aplastante de la escuadra de Portmany, que ha jugado un baloncesto intenso, eléctrico y muy efectivo. Arropado por unas 300 personas en las gradas del polideportivo de Sa Pedrera, en un auténtico ambientazo de los que ya no se recordaban en el básquet pitiuso, el equipo 'portmany´' ha cumplido con creces.
Un triple de Medori abrió el marcador del encuentro. No podía ser de otra manera. Fue un jugador ibicenco, un local, el que inició lo que acabó siendo una fiesta. Justicia poética para el baloncesto de Ibiza, que quiere enterrar los días de penumbra y vislumbrar nuevos horizontes con un proyecto que es muy ilusionante.
Después del 3-0 inicial reaccionaron los catalanes con un empate a tres que fue un mero espejismo. A partir de ahí el Sant Antoni cogió velocidad de crucero. De nuevo Medori, con un tiro de dos, fijó la primera gran ventaja local (12-5). La renta creció al 20-10 y el Sant Antoni empezó a oler la sangre. Dos puntos de Grimau, un triple de Slezas y otro de Herrero dejaron el 28-10 tras el primer cuarto.
Dominio aplastante
En el segundo acto el dominio del conjunto entrenado por Carlos Flores fue todavía mayor. Grimau, Herrero y Slezas siguieron dinamitando la línea de flotación del equipo barcelonés, que iba directo al hundimiento. El 46-21 que reflejaba el marcador al intermedio lo decía todo. Y las caras de los jugadores y del cuerpo técnico de los visitantes al retirarse al vestuario también. Sólo un milagro podía salvarles de una derrota que parecía cantada.
En el tercer cuarto el Sant Antoni siguió a lo suyo. A pesar de que el Castelldefels despertó un poco tras haber sido noqueado en los dos periodos anteriores, nada pudo hacer. Un lanzamiento de tres de Martí Duch puso el 58-31 en el marcador y dos libres de Herrero el 68-34 (la renta local era la misma que los puntos que tenía el conjunto catalán). La máquina ibicenca no se resentía y marchaba directa hacia su gran objetivo. El tercer acto se cerró con 71-39 en el electrónico.
El cuarto periodo sobró. A falta de casi cinco minutos para la conclusión el Sant Antoni dominaba por 84-51. Estaba todo hecho. Los jugadores locales jaleaban cada uno de los puntos que conseguían, ante una grada entregada al espectáculo. El partido se cerró con un apabullante 95-67, con un Sant Antoni que venció a un Castelldefels menos fiero de lo esperado. Lo mejor está por venir.
