La UD Ibiza se clasificó este domingo para disputar, por segunda temporada consecutiva, la fase de ascenso a la Segunda División del fútbol español, tras batir al Nàstic de Tarragona por 0-1 en el partido disputado en el Nou Estadi de los tarraconenses. Los celestes, además, se meten como primeros del grupo 3-C a falta todavía de tres encuentros para que concluya la liguilla y se embolsan además el título de campeones globales de todo el grupo 3 de la categoría.
Catalanes e ibicencos disputaron un partido intenso, con dominio alterno en la primera mitad, en la que los locales crearon peligro para marcar pero no acertaron a batir la portería defendida por Germán Parreño. Todo lo contrario que el bloque pitiuso, que fue letal para adelantarse en el marcador en la oportunidad más clara que tuvo.
Con Pardo y Manu Molina llevando las operaciones en el centro del campo, el conjunto entrenado por Juan Carlos Carcedo dominó la posesión de la pelota durante el tramo inicial de los primeros 45 minutos, en el que se vio a dos conjuntos muy activos y con marcas muy férreas, especialmente un Nàstic que llegó más exigido en busca de su primera victoria en esta segunda fase de la competición en la categoría de bronce.
Con el paso del tiempo el bloque local estiró líneas y empezó a visitar las inmediaciones del área de la UD Ibiza. Bonilla, con un disparo desde el centro del campo, intentó sorprender al meta de los isleños; y después el Nàstic reclamó un penalti inexistente, en el minuto 25, tras un forcejeo de Joan Oriol con Grima.
Los catalanes continuaron con ímpetu probando con chuts intencionados y peligrosos, como los de Gerard Oliva (taponado por Lara), Joan Oriol y Fran Miranda (que se marcharon fuera).
Cuando quizás peor estaba la UD Ibiza, los ibicencos marcaron. Javi Lara puso un balón perfecto desde el costado izquierdo y Castel remató de cabeza al palo largo para batir a Suárez (minuto 41). Después fue Rodado, en el 43, el que dentro del área, escorado a la izquierda, chutó, pero el portero de los tarraconenses atajó la pelota.
En la segunda mitad, el Nàstic salió decidido a darle la vuelta al marcador y la UD Ibiza estuvo desaparecida en la parcela ofensiva. Los catalanes pidieron penalti por un derribo de Grima a Brugué en el primer minuto de la reanudación. Hubo contacto, pero el árbitro entendió que no fue suficiente para pitar la pena máxima, aunque probablemente se equivocó.
Los locales dominaron a la UD Ibiza y dispusieron de claras ocasiones para marcar. Carbia (exjugador de los celestes) lo intentó con un remate picado que no encontró portería. Luego fue Gerard Oliva, a la media vuelta dentro del área, quien disparó fuera. Y posteriormente, también Oliva, metió la pierna para recoger un centro de Tienza desde la derecha, pero tampoco acertó en la dirección.
Los celestes estaban replegados atrás y no olían la posesión de la pelota, que era propiedad del Nàstic, que se quejó de las pérdidas de tiempo de los jugadores de la UD Ibiza, que tiraron de oficio para consumir minutos y conservar el botín.
En el 73 pudo llegar el empate. Albarrán cabalgó por banda derecha y puso el balón al corazón del área. Allí apareció Bonilla, que remató solo, pero su testarazo se fue muy desviado con todo a favor para marcar.
Ya en el 76, los catalanes reclamaron otro penalti por una caída de Pedro dentro del área, pero el colegiado no pitó nada.
Los isleños resistieron el asedio final del Nàstic y ganaron a un adversario directo que aún no ha vencido en esta segunda fase.
