Nuevo disco

Cala Vento: "Ahora la gente monta un grupo y ya piensa en tocar en el Primavera Sound"

El dúo ampurdanés publica 'Casa Linda', un álbum de himnos guitarreros con vocación pop (y alguna sorpresa) que supone un paso más en su apuesta por la independencia y la autogestión

Cala Vento: Joan Delgado (izquierda) y Aleix Turon.

Cala Vento: Joan Delgado (izquierda) y Aleix Turon. / JORDI OTIX

Rafael Tapounet

Joan Delgado (voz y batería) y Aleix Turon (voz y guitarras) son Cala Vento, dúo del Empordà (Girona) que ha logrado cuadrar el círculo al obtener el favor de un público numeroso sin renunciar a la independencia y la autogestión. El viernes 21 verá la luz su cuarto elepé, ‘Casa Linda’, una espléndida colección de canciones a caballo entre la energía guitarrera y la inmediatez pop, grabado parcialmente en su propio estudio y publicado por su propio sello discográfico (Montgrí).  

El tercer elepé de Cala Vento, ‘Balanceo’, se cerraba con una canción llamada ‘Fin de ciclo’. Han pasado cuatro años. ¿Lo del fin de ciclo era literal?

Aleix: ‘Balanceo’ ya era un disco que abría muchas puertas, porque acabábamos de crear el sello [Montgrí] y nos empezamos a autoeditar, pero también cerraba una etapa de aprendizaje de lo que es un grupo de música. Todo lo que ha venido después ha sido desde una perspectiva de ya saber a qué estamos jugando. Por eso necesitábamos renovar objetivos.

Joan: Y además llegó la pandemia. Después de unos años a un ritmo muy bestia nos obligaron a parar, y eso nos hizo replantear muchas cosas y valorar todo lo que habíamos hecho. No es algo que nos pasara solo a nosotros, supongo que le pasó a mucha otra gente.

La otra gente no aprovechó el parón para construirse un estudio de grabación con sus propias manos…

A: Ya, claro [risas]. Básicamente, lo que queríamos era que el local de ensayo fuera un poco más agradable, porque cada vez pasábamos más horas allí y estaba en muy mal estado. La idea era limpiarlo y hacer una pequeña reforma, pero empezamos a tirar millas y nos fuimos engorilando y acabamos montando un estudio.

J: Y todo a base de tutoriales de Youtube y aprendiendo sobre la marcha con ayuda de parientes y amigos. Yo ahora entro en el estudio y no me creo todo lo que hemos hecho allí.

"Si tenemos el tiempo, ¿por qué no aprender y hacer las cosas nosotros mismos?"

Esa vocación ‘hazlo-tú-mismo’ tan característica de Cala Vento, ¿obedece a un impulso ético o a una obsesión por el control?

J: Creo que es menos ético que obsesivo. Es una fijación personal: si tenemos el tiempo, ¿por qué no aprender y hacer las cosas nosotros mismos? No hay nada, o casi nada, que no podamos hacer. Tardaremos el doble, pero habremos aprendido algo y nos ahorraremos pasta, que también es importante.

Dicen que en este tiempo de parón se llegaron a plantear si tenía sentido grabar otro disco.

A: ‘Balanceo’ tenía una vocación de interpelar a la gente, provocar una reflexión, intentar cambiar ciertos patrones de comportamiento. Era muy ambicioso en ese sentido. Después te das cuenta de que eres muy pequeño y que es muy difícil cambiar las cosas. Este disco no sabíamos por dónde tirarlo, porque veíamos que esa línea no daba para mucho más. Y tampoco queríamos hacer algo muy egocéntrico, de hablar de movidas personales. Así que estuvimos dándole muchas vueltas y buscamos un equilibrio, pensando que seguro que hay mucha gente que, como nosotros, necesita encontrar espacios de descanso y de refugio de todos esos males que señalábamos en ‘Balanceo’. Liberarnos un poco de toda esa responsabilidad individual que acaba siendo una carga.

J: Por otro lado, nuestra posición política ya está muy presente en la manera en que hacemos las cosas y gestionamos el grupo. Y no queríamos caer en una dinámica de canciones panfletarias, que no es que no nos gusten, pero nuestra manera de hacer va por otro lado.

Antes de la publicación de ‘Casa Linda’ ya han dado a conocer seis de las 11 canciones del disco. ¿Lo han hecho para adaptarse a las dinámicas actuales del negocio musical?

J: No ha habido ninguna intención de mercado. De hecho, los jóvenes que sacan un ‘single’ detrás de otro los espacian mucho más. Lo que pasa es que nosotros no fuimos capaces de decidir qué 'singles' sacar y al final dijimos: “Pues todos estos”. Aunque igual ha sido tirar piedras a nuestro propio tejado, porque luego pierdes impacto, claro.

A: Es verdad que estamos en un momento en el que el mercado está muy atomizado y, con las listas de reproducción, parece que cuando sacas una canción te lo estás jugando todo en esa carta. Pero, bueno, somos lo que somos y nuestro público entiende que funcionamos de esta manera. Después las canciones tienen su propia vida.

Aquí la que llama más la atención es ‘Conmigo’. Cala Vento, un dúo de guitarra y batería, publica una canción sin guitarra ni batería.

 J: Es un experimento. Al final de cada concierto siempre poníamos una canción grabada de otros grupos para salir a saludar, así que un día decidimos hacer una nuestra que sirviera para eso mismo. Al principio ‘Conmigo’ era una canción acústica, pero se nos ocurrió hacerla así, con ‘sintes’, para darle al ‘play’ y cantar y saludar. Será la última de los conciertos y por eso está la última del disco.

Otra novedad del disco es ‘Passar pantalla’, la primera canción que publican en catalán (y euskera). ¿No es raro que hayan tardado tanto en hacerlo?

J: Pues quizá sí… A este asunto no le hemos dado tantas vueltas como le podríamos haber dado. Y la verdad es que tampoco se nos ha apretado mucho...

A: Bueno, mi vecino sí me apretaba…

J: Y mi madre obviamente también [risas]. Pero al final salió muy natural. Era una canción que nos encantaba pero solo teníamos la base instrumental y no nos salía nada de melodía vocal ni de letra. Por necesidad, probamos a cambiar de idioma. Y tampoco salió nada. Hasta que Jordi Mora [responsable de las mezclas del disco] nos sugirió hacer una colaboración con Gorka Urbizu, de Berri Txarrak. Le enviamos la canción y él nos pasó una grabación con toda la melodía cantada en ‘guachu guachu’. Al final decidimos hacerla en catalán con sus partes en euskera. Estamos muy contentos de cómo ha quedado.

En la canción ’23 semanas’ afirman querer pasar cinco meses “en el pueblo más pequeño de Aragón”. ¿Han estado alguna vez en Salcedillo?

J: No, nunca. Pero lo hemos buscado, ¿eh? A ver si para la próxima gira nos llaman.

Jordi y Aleix, Cala Vento.

Jordi y Aleix, Cala Vento. / JORDI OTIX

Cala Vento tiene fama de haber tocado en casi todas partes. Es otro rasgo que los distingue de la gran mayoría de grupos actuales.

J: Tocar en el máximo número de sitios es una de las claves de Cala Vento. Hemos ido a todos los rincones de España y hemos vuelto una y otra vez. Y eso ha ido creando una comunidad muy guay. Miguel Ángel Blanca [músico y cineasta, excantante de Manos de Topo] dijo de nosotros que éramos “el último grupo de verdad”. Se refería al último grupo de carretera, sudor y rock. Y, vaya, el último seguro que no, pero es verdad que ahora la gente llega a la música con la idea de montar un grupo para tocar en el Primavera Sound y parece que piensan que todo es festivales y listas de reproducción.

A: Nosotros creemos en otro modelo. Ir a tocar para hacer caja o para sentirte por encima de los demás y luego volverte a casa es algo contra lo que hemos luchado desde el principio. Tenemos esa vocación de ir creando comunidad, no solo con el público sino también con los promotores, las salas, los restaurantes… Nos gusta viajar, conducir, nos gusta tocar y nos gusta gestionar las cosas personalmente. Con este disco queremos llevar un paso más allá lo de ir eliminando intermediarios. Para la gira montaremos nuestra propia plataforma de ‘ticketing’. Y hemos creado una ‘newsletter’ para fans, para que los canales de comunicación no sean exclusivamente las redes sociales, que es algo que no podemos controlar.

"No creemos en ir a tocar para hacer caja o para sentirte por encima de los demás y luego volver a casa"

¿Compartir esa filosofía es un requisito para formar parte de la escudería Montgrí?

A: Hay varias cosas. Para empezar, la propuesta nos tiene que gustar a los tres [Aleix y Joan dirigen el sello junto a su mánager, Nore Chesapik]. Y eso no es fácil, porque somos muy diferentes y nos fijamos en cosas muy diferentes. Los grupos de Montgrí han de tener canciones, muy buen directo, discurso, una estética que nos resulte próxima, y también compartir determinados valores. ¡El listón está muy alto!

¿A qué grupo les gustaría reclutar para el sello? No se pongan restricciones.

J: A El Último de la Fila.

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