La vida de Noureddine El Attab no fue fácil, pero en sus 39 años de vida le dio tiempo de cumplir todos sus sueños excepto el de dirigir una película, proyecto en el que estaba inmerso y que se truncó con su fallecimiento este sábado en Castelló tras caer desde su barco al mar y sufrir una hipotermia severa de la que no se pudo recuperar. Sus amigos y familiares están desolados. Marta, su mujer, acompañará el cuerpo del actor cuando sea repatriado a Marruecos para ser velado por el resto de sus familiares después de que la Guardia Civil realice la pertinente autopsia, pues el caso está judicializado.

Noureddine El Attab nació en Marruecos, pero muy joven cogió las maletas para emigrar y labrarse un futuro en el mundo de la interpretación. “No vino a España para poder comer, tenía un propósito muy claro. Quería hacer teatro y cine. Empezó desde muy abajo, pero trabajó muchísimo hasta que lo consiguió”, recuerda su mejor amigo, Hamid Krim, con quien también compartió reparto en series como ‘El Príncipe’ o ‘La Unidad’.

Hamid Krim, consternado por la fatal noticia, llegó este mismo sábado a Castelló “para estar lo más cerca posible de Noureddine” tras conocer su fallecimiento: “Es una tragedia terrible. Tenía 39 años, pero parecía que tuviera 20”. El compañero y amigo de Noureddine le define de la siguiente forma: “Era vida. Siempre estaba con una sonrisa. Es el tipo de persona que entra en un bar y en una hora ya le conoce todo el mundo por su simpatía y amabilidad”. 

Noureddine El Attab participó en series como 'El Príncipe' o 'La que se avecina'. DECARA ACTORES

Un profesor autodidacta

El actor fallecido, nacido en Marruecos pero residente en Castellón desde hacía 15 años, donde había formado una familia y tenía un hijo, se caracterizaba también “por su pasión por enseñar a los más pequeños. La interpretación era para él la forma que los niños tenían de abrirse al mundo y a sacar su voz. Él todavía llevaba un niño dentro y por eso les comprendía tan bien”. De hecho, Noureddine era profesor de interpretación en un buen número de colegios e institutos de la provincia y dirigía su propia escuela de actores, Alma Teatral.

El Attab, que participó en un sinfín de obras de teatro, películas y en series como ‘El Príncipe’, ‘La que se avecina’ o ‘Cuéntame’, dominaba a la perfección el árabe, lengua materna, español y francés. También era un enamorado de la música y destacaba como cantante e intérprete de violín. Por si fuera poco también destacaba en su faceta como payaso y era “muy querido en el mundo audiovisual. Allá por donde pasaba dejaba amigos”, confirma Hamid.

El mejor amigo de Noureddine no escatima adjetivos a la hora de recordarle: “Era un hombre estupendo, una gran persona, activista por los derechos del colectivo de actores y muy involucrado en diversas causas sociales. Hace un par de semanas estábamos rodando ‘Mano de hierro’ con Eduard Fernández, así que aún no me creo que ya no esté. No lo asimilo”.

Noureddine llegó a sin papeles España como tantos otros inmigrantes, pero su buen hacer sobre un escenario no tardó en granjearle éxitos: “Le conocí en el rodaje de la serie ‘El Príncipe’ y me acuerdo que el primer día me dijo que tenía mucha experiencia en teatro, pero no se había puesto nunca delante de una cámara. Le dije que no pensara en la cámara y lo bordó desde la primera escena. Era un actor excelente que había nacido para eso. Siempre quería más. Ahora quería dirigir una película y estaba en el camino de hacerlo”.

El actor fallecido este fin de semana estaba “muy integrado en Castellón”. De hecho son múltiples los mensajes de cariño y apoyo a sus seres queridos que se han emitido desde la provincia tras la triste noticia. “La gente le amaba muchísimo porque él amaba a la gente. Si le conocías, era imposible no quererle. Era muy generoso con los sentimientos y tenía mucho amor que dar”. Descanse en paz.