Una tubería de cobre que reproduce el perfil del cauce del río Manzanares y por la que corre agua del propio río es una de las piezas principales de ‘Las playas de Madrid’, la exposición que la artista Irene de Andrés (Ibiza, 1986) inauguró ayer en la prestigiosa galería Juan Silió de Madrid, donde permanecerá hasta el 23 de enero.

La artista continúa trabajando sobre la evolución del concepto de ocio y tiempo libre en la clase trabajadora, al que ha dedicado varios proyectos, entre ellos uno sobre las estructuras de las discotecas de Ibiza y otros sobre cruceros o resorts, y ahora se centra en las actividades de ocio que se han generado a lo largo de la historia en torno al cauce del río que cruza Madrid, la ciudad en la que reside actualmente.

La artista ibicenca Irene de Andrés expone su proyecto ‘Las playas de Madrid’ CM

De Andrés comenzó este proyecto en 2019 durante una residencia artística en el centro Matadero de Madrid, tomando como punto de partida la construcción de la piscina ‘La Isla’ en 1930, un complejo acuático de ocio para los madrileños en el centro del río que le ha servido para investigar, a través de material documental, entrevistas y trabajo de campo sobre la relación de la ciudad con su río a lo largo de los años.

La investigación se ha ido ampliando hasta completar una visión general sobre el Manzanares y el ocio de los madrileños, que se expone ahora por primera vez de forma completa. La muestra recoge desde los cuadros de Goya con escenas de verbenas y bailes a la orilla del río hasta su uso durante la República o el franquismo.

El cambio

Las estructuras de ocio del Manzanares fueron abandonadas o dadas de lado según fue creciendo junto a su cauce la ronda M-30, se construyeron presas para simular un mayor caudal o se pusieron de moda las vacaciones en la playa con el desarrollismo. El Manzanares se convirtió en un río cada vez más encauzado y contaminado.

Esto ha cambiado en los últimos años, primero con el proyecto Madrid Río, que ha convertido todo su entorno en un gran parque urbano, y con la apertura de las compuertas de las presas, que han permitido que vuelvan a dibujarse las islas que habían desaparecido.

Irene de Andrés estudió en la Escola d’Arts de Ibiza antes de cursar Bellas Artes en Madrid. A lo largo de su carrera ha participado en varias residencias internacionales en Bogotá, Puerto Rico o Roma y ha expuesto en museos como el MACE de Ibiza, Es Baluard de Palma, la Fundación Joan Miró de Barcelona, el Museo Patio Herreriano de Valladolid, el Museo de Arte Contemporáneo de Amberes o la Casa Encendida de Madrid.