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SUPLEMENTO CULTURAL ARTE Y LETRAS

La utopía final de Almudena Grandes

En su libro póstumo Almudena Grandes recrea la utopía de un grupo de empresarios sin verguenza que aprovechando el estado de postergación que el Covid ha dejado, crea una dictadura para acallar a los ciudadanos y poder saquear al país

Almudena Grandes. CHEMA MOYA/EFE

Cuando un escritor escribe sobre el pasado tiene las espaldas cubiertas por ese fondo de verdad histórica que lo cubre todo. Sin embargo, cuando escribe sobre la realidad inmediata va como un trapecista sin red y puede caer en lo disparatado, en lo incomprensible. Almudena Grandes dedicó sus penúltimas novelas a escribir historias del pasado reciente de España, de los españoles que resistieron con tenacidad la crueldad de los vencedores de la Guerra Civil. Lo hizo en los episodios de esa guerra interminable, su gran proyecto narrativo de los últimos años que, con su muerte, queda inacabado a falta, ya para siempre, del último episodio.

La utopía final de Almudena Grandes

La utopía final de Almudena Grandes

Con la muerte advirtiendo de su próxima llegada, Almudena Grandes dejó a un lado sus relatos históricos para lanzarse sin red a escribir sobre la realidad inmediata y un futuro a corto plazo.

‘Todo va a mejorar’, su libro póstumo, concluido en su último capítulo por su marido, Luis García Montero, tal como él mismo explica en el epílogo, narra un futuro utópico cercano en nuestro país, donde -como históricamente ha ocurrido en otras ocasiones- un grupo de sirvengüenzas irredentos se aprovecha y se vale de la situación crítica que la pandemia ha llevado al país, para montar una dictadura de corte populista donde el famoso ‘Arriba España’ es sustituido con machaconería infantil por el ‘Todo va a mejorar’.

Juan Francisco Martínez Sarmiento, el Gran Capitán, un empresario en la cumbre del éxito es también un visionario al que el Covid le abre los ojos y ve con claridad que el capitalismo no da más de sí hay que reinventar otro medio de seguir dominando pues esto se hunde.

Creó el Movimiento Ciudadano ¡Soluciones Ya! Sin ideología definida, y culto ilimitado a la eficacia y a la gestión empresarial.

La idea era gestionar España con los criterios de eficacia, creatividad y rentabilidad que definen a las empresas excelentes.

Con la inundación de noticias falsas sobre grupos que organizaban el caos logró inmovilizar la población, que aceptaran un confinamiento forzoso, por su seguridad. Eliminan internet, eliminan las libertades, las instituciones democráticas y van adocenando a unos ciudadanos cada día más dóciles, más mansos, más cobardes.

Y es aquí donde aparecen sus héroes, similares a los de los episodios de una guerra interminable. No son líderes, ni están revestidos de épica; son ciudadanos de la calle: una profesora de historia, un pastelero, una emigrante hondureña. Ellos obligarán a desmontar todo el tinglado.

Firmeza narrativa

Con su relato ambicioso y emotivo, Almudena Grandes coloca en el centro de su historia a la resistencia diaria y rocosa de esos anónimos.

La fuerza y la intensidad de la novela se agranda a partir de las historias reales de estos ciudadanos que ella recrea con firmeza narrativa. El pulso vital, la fuerza que, con algunos altibajos, recorre la novela, está ahí.

Tiene el mérito de darle un escenario comprensible para todos a la lucha por la supervivencia en condiciones extremas de esos ciudadanos de la calle, dispuestos a airear las mentiras de quienes les dirigen.

Todos estos elementos son parte del mundo literario que siempre ha expuesto Almudena Grandes. Su coherencia siempre fue su signo de fidelidad narrativa. Sin renuncias.

Ella sabía que en literatura lo más importante es la autenticidad y los sentimientos que permiten descubrir el alma humana; las ideas cambian, pero los sentimientos son universales y son los motores de la creación narrativa. A eso siempre jugó Almudena.

Que en paz descanse.

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