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Música

"Me llamaron puta y bruja": 30 años de 'Sex', el libro erótico de Madonna

El libro, con imágenes del fotógrafo Steven Meisel, fue vilipendiado por los medios de comunicación y los sectores más conservadores | Estuvo a punto de acabar con su carrera y hoy es un codiciado tesoro que alcanza los 490 euros en Wallapop

Una imagen del libro 'Sex' de Madonna.

En 1992, una década después de debutar con el sencillo 'Everybody,' Madonna ya generaba titulares a granel. Sin ir más lejos, había coescrito una canción sobre embarazos adolescentes, bailado delante de cruces en llamas y simulado una masturbación en el legendario 'Blond Ambition World Tour'. Incluso, su más fiel aliada, la cadena MTV, acordó censurar el vídeo de 'Justify My Love', a finales de 1990, alegando que era demasiado provocativo. Entonces, inmune a cualquier atisbo de retaliación, su carrera se antojaba imparable. Pero todo cambió el 21 de octubre de 1992: el día que editó el libro 'Sex' y pasó a convertirse en la enemiga número uno de los fundamentalistas morales.

Publicado veinticuatro horas más tarde que 'Erotica', su quinto LP de estudio, 'Sex' incluía imágenes tomadas por el fotógrafo Steven Meisel en Miami y Nueva York, varios poemas y un puñado de relatos sexuales. En la introducción, Madonna dejaba claro que todo lo contenido dentro de aquellas 128 páginas era una mera fantasía de Dita, el alter ego que abrazó en homenaje a la actriz alemana Dita Parlo. De nada sirvió la advertencia.

 

Pocos entendieron que la mayor estrella femenina del momento exhibiera sin tapujos su cuerpo desnudo, adoptara la estética BDSM y se dejara retratar en sugerentes poses acompañada tanto de hombres como mujeres. Tampoco, que celebridades de la talla de Naomi Campbell, Udo Kier, Isabella Rosellini o Vanilla Ice, entre otros, se prestaran a colaborar en el proyecto. Aun tratándose de instantáneas subidas de tono, que no pornográficas, la opinión pública rápido dictó sentencia: Madonna, esta vez, había ido demasiado lejos.

Hoy en día, un trabajo de esta índole no generaría tanta repercusión. Sin embargo, al comienzo de los noventa, el sexo continuaba siendo un enorme tabú. Sobre todo, desde que en 1981 aparecieron los primeros casos de VIH en Estados Unidos y parte de la sociedad estigmatizó y discriminó a la comunidad LGTBI+. “No voy por ahí diciendo que todo el mundo debería follar más. No se trata de eso. La cuestión es que te sientas a gusto contigo mismo y con lo que quieras hacer. Ya sea estar con otro hombre. Estar con otra mujer. Estar con tres personas. Estar solo. Masturbarte. Lo que sea. No deberías sentir vergüenza por ello. No es cantidad, es calidad. Y honestidad”, aseveró a Vanity Fair días antes de que el libro aterrizara en las librerías. “Para nada quiero escandalizar a la gente. Lo que pretendo es abrir sus mentes y hacer que vean la sexualidad de otra manera. La suya propia y la de los demás”.

 

Lamentablemente, no lo consiguió. “Recuerdo haber sido protagonista de los titulares de todos los periódicos y revistas. Todo lo que leía sobre mí era condenatorio. Me llamaron puta y bruja. Un titular me comparó con Satanás. Espera un minuto, ¿acaso Prince no va por ahí con medias de rejilla, tacones altos, los labios pintados y el culo al aire? Sí, lo hacía, pero él era un hombre. Esta fue la primera vez que comprendí que las mujeres no tienen la misma libertad que los hombres”, verbalizó en la entrega de premios Billboard Women In Music al ser nombrada la Mujer del Año en 2016. Y agregó: “Camille Paglia, la famosa escritora feminista, dijo que yo hacía retroceder a las mujeres al exponerme sexualmente. Pensé: ‘Si eres feminista, no tienes sexualidad, la niegas’. Y me dije: ‘Qué te jodan. Soy una feminista diferente, soy una mala feminista’”.

Pese a las malas críticas, y de prohibirse en Irlanda o Japón, 'Sex' despachó 1.500.000 unidades y encabezó la lista de best sellers de The New York Times. Aunque hubo un gran damnificado: 'Erotica' sólo vendió seis millones de copias, una cifra muy por debajo de los 15 millones de 'Like a Prayer' o los 30 del recopilatorio 'The Immaculate Collection'. Cuando el periodista Paul Du Noyer, de Q Magazine, le preguntó en 1994 cuál era la mayor decepción de su trayectoria musical, su respuesta fue: “El hecho de que mi álbum 'Erotica' se pasara por alto debido a todo el asunto del libro 'Sex'. Se perdió en medio de todo eso. Creo que hay algunas canciones brillantes en él y la gente no le dio una oportunidad”.

Con el objetivo de ganarse nuevamente el favor del público, en los años venideros se vio obligada a mostrar una imagen mucho más casta: en este contexto se enmarca 'Bedtime Stories', el musical 'Evita' o el aclamado 'Ray of Light', el cual marcó su redención definitiva en 1998. Ahora bien, visto en perspectiva, lo acontecido en 1992 -el binomio 'Sex/Erotica'- y 1993 -cuando se estrenó en los cines el thriller erótico 'El cuerpo del delito'- continúa vigente. Prueba de ello es que, a sus 64 años, son muchos quienes se burlan de ella por seguir explotando su lado más sexual. La batalla de Madonna aún no ha terminado.

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