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SEMANA INTERNACIONAL DE CINE DE BETANZOS

María Pujalte: “Somos un país de actrices, de grandes actores, pero sobre todo de actrices”

“Desde los 40 he tenido unos personajes fantásticos. He tenido mucha suerte”, confiesa la intérprete coruñesa, protagonista de la Semana Internacional de Cine de Betanzos

La actriz coruñesa María Pujalte es la protagonista de la Semana Internacional de Cine de Betanzos. / MARIA PUJALTE, ACTRIZ CORUÑESA.

Es una apasionada del cine clásico y las salas de cine y confiesa que le hace especial ilusión ver a uno de sus personajes icónicos, Laura Lebrel, en pantalla grande. La actriz María Pujalte (A Coruña, 1966) atiende risueña a este diario y conversa sin prisas sobre su oficio el día antes del arranque de la Semana Internacional de Cine de Betanzos, que comienza este martes 19 de julio y que dedica esta edición a repasar su trayectoria.

-¿Tiene que hacer mucha ilusión que te dediquen un festival, no?

-Hombre, claro, me hace muchísima ilusión. Estoy muy agradecida pero también siento mucho pudor. No es algo que pienses que te puede pasar, una cosa es un premio por un personaje, vale, pero esto me parece como muy grande...

-¿Supongo que emociona también el hecho de que este reconocimiento llegue de Galicia?

-Sí, y en un festival que tiene ya veinte años, por el que ha pasado tantísima gente y en un lugar tan emblemático como el cine Alfonsetti, que todavía no conozco pero que sé que tiene tanta historia... Todo eso le da un plus de romanticismo y de belleza. Me lo tomo más bien como un reconocimiento a estar trabajando, siento que soy una de un equipo, de todo el grupo de actrices que estamos aquí haciendo oficio.

-Es una actriz muy querida en España. A algunos de sus personajes como Mamen, Laura, Macarena o María Bolaño da la sensación de conocerlos de toda la vida. ¿Cuál es el truco para resultar tan cercana?

-Gracias, me parece un elogio. Esa es para mí una de las pretensiones más importantes: resultar verosímil, creíble. Me da igual que sea una historia marciana, tienes que ver, oír a ese personaje y creértelo. Eso es una de las cosas en que hago más hincapié, mi concentración está mucho en eso, en imitar la realidad, porque es todo una construcción, no te sale de forma natural.

-En Vota Juan, logran que el espectador empatice con dos personajes, los de Juan y Macarena, muy similares a políticos y asesores que nos hacen menos gracia cuando vemos sus andanzas en los telediarios...

-Bueno, nosotros trabajamos en equipo, a nosotros dos dan los premios y esas cosas pero somos un elemento más de una cadena de personas que hace posible que llegue de esa forma al espectador. Estoy en un trabajo, en una industria, que no se hace en soledad, no estamos pintando lienzos solos en casa, somos un equipo de a lo mejor cien personas y el guion es importantísimo y creo que no está suficientemente valorado en este país. En el caso de Vota Juan sí que es verdad que Javier y yo nos conocemos mucho, hemos trabajado mucho juntos, somos amigos y nos queremos mucho y eso es un plus. Cuando no conoces a tus compañeros, esa cercanía la tienes que construir.

-No debe ser fácil trabajar el género de la sátira política. Dar con el punto justo, jugar con la hipérbole sin caer en lo grotesco, en lo inverosímil....

-Sí y para que funcione resulta muy importante el guion. El de Vota Juan lo lees y está muy bien escrito, porque Diego San José es un señor que escribe muy bien y la gente con la que escribe, también. El guion está muy bien escrito, por lo que ya empezamos muy bien. Luego, está bien dirigido y con un gran cabeza de cartel, porque nadie hace la comedia en este país como Javier. Y a todo esto ayuda lo inverosímil, lo grotesco, lo absurdo y lo chirriante de la realidad que estamos viviendo, que hace que se cumpla una vez más la frase de que la realidad siempre supera la ficción. Creo que esta serie aparece en un momento en que las cosas están mucho más tremendas de lo que ya estaban y eso también es un acierto del guion.

-Y viendo casos reales como los de San Chin Choon, a esos Luceños y Medinas, ¿no han comentado alguna vez en el rodaje eso de ‘pero si al final nos quedamos cortos’?

-¡Es que nos quedamos cortos! Muchas veces hemos comentado eso de, ¿pero visteis lo de...?, qué fuerte! Y eso también tiene que ver con lo de la verosimilitud. Muchas veces lees cosas en el periódico que piensas: si yo esto lo pusiera en un personaje la gente diría ‘¡anda, qué exageración!’. Y en el caso de la política esto es insoportable.

-¿Y por qué cree que pasa eso? ¿Por qué nunca pasa de moda Berlanga en España? ¿Por qué tanta gente vota Juan?

-Yo no creo que solo pase en España, yo creo que la política es así en todas partes, pero Berlanga nos supo retratar muy bien. De hecho, con Vota Juan al principio no sabían si funcionaría fuera una historia tan localista, el político de Logroño con las características del español medio y todo eso … ¿Que no sabemos si fuera no funcionará? ¡Pero si da igual! Estamos viendo eso mismo en cualquier otro país, reconocemos ese tipo de conducta, el humor es el mismo porque la serie hace una radiografía del transfondo, que es universal: el patetismo es universal.

El festival de Betanzos proyectará por primera vez en pantalla grande Laura y el misterio del asesino inesperado. ¿Cómo ha sido reencontrarse con el personaje años después? ¿Habrán tenido que ponerse al día en muchas cosas?

Es verdad que pasaron muchos años, de hecho cuando me comentaron el proyecto me llevé una sorpresa muy grande, me quedé de piedra. Yo pensaba que ya no se iba a hacer nada más porque había pasado mucho tiempo, pero después descubres que el público sigue con ganas de más y eso es una cosa que te arropa mucho. Pero sí que es verdad que tenemos diez años más y está claro que el relato no puede estar en el mismo lugar porque no somos los mismos. Creo que hicieron un trabajo de guion estupendo y nos hicieron crecer a todos, es decir, hicieron que la vida pasara por todos, por todo el grupo de personas de la comisaría. Ha pasado la vida, han pasado cosas que nos hacen estar de otra manera. Y eso fue lo que trabajamos: cómo son ahora esos personajes con cincuenta y tantos. El capítulo cuenta a través del misterio qué ha pasado con todos ellos. Es muy bonito y lo escribieron muy inteligentemente otra vez Javi Holgado y Carlos Vila y será muy bonito verlo en viernes dándole ese empaque como si fuese cine.

-Y no en una sala cualquiera, ¿eh? sino en la que está considerada la más antigua en funcionamiento de Europa.

-Lo sé, lo sé, exactamente, ¡eso es lo que me tiene loca! ¿Cómo es posible que no haya entrado en el cine de Betanzos?

-Tuvo que ser emocionante volver a interpretar a un personaje como Laura que forma parte ya del género policíaco televisivo español

-Sí. Yo creo que Laura tenía derecho a tener mucha más vida, mucho más recorrido. Era una de esas series de toda la vida, blancas, de misterio, con esa cosa como reconfortante de ver en familia. Me parece que es importante que haya productos así en España en ficción, que haya series o películas así. Vale, sí, no estamos haciendo el Padrino I pero está haciendo tejido y sería importante que se valorase más. Me hace mucha ilusión que se proyecte en un cine.

-Lleva tantos años asomándose a los televisores de nuestros salones que uno tiene la sensación de que no para de trabajar, pero en su carrera habrá habido altibajos. ¿Ha sentido muchas veces ese vértigo al final de un trabajo, ese ‘¿y si no me vuelven a llamar?’.

-Sí, esa sensación se tiene, nunca tienes nada seguro, pero ahora todo el mundo está aprendiendo a vivir así, eso de para toda la vida cada vez es menos probable. Sí, es verdad que hay momentos en que igual estás un año en que no te llaman, en que no aparece a nada y que piensas: ¿pero por qué me van a llamar a mí, si hay un mogollón de actrices, si hay tantas y tan buenas? ¿Por qué me van a llamar a mí? Además, que yo creo que somos un país de actrices y no lo digo con la boca pequeña, creo que este es un oficio muy femenino y que somos un país de actrices, de grandes actores, pero sobre todo de actrices. Después está el sambenito ese de la edad, que también te empiezas a acongojar... Aunque después también pienso: tengo 55 años y ¡madre mía!, desde los cuarenta he tenido unos personajes fantásticos en televisión. He tenido mucha suerte. Acabo de rodar Las Invisibles en Barcelona, que va a ser una serie maravillosa y me he encontrado un personaje maravilloso. Y piensas, ¿pero cómo me puede tocar a mí con 55 años? Es decir, tenemos mucha conciencia, porque nos lo han contado nuestras compañeras, eso de que ‘a partir de una edad haz calcetín porque no te llaman’. Y claro, piensas madre mía, que tengo que cotizar, que tengo que llegar a la jubilación, que tal… Te vas acojonando según cumples años porque los últimos son los que hacen más para la media… Y todas esas cosas las tienes en la cabeza, pero yo afortunadamente estoy teniendo trabajo y hay una norma que es infalible para un actor.

-¿Cuál?

-Cuando hay una buena racha hay que aprovecharla. Todos sabemos que la suerte existe y que la no suerte también.

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