Su primer papel fue de monja, la madre Alegría. Fue en Barcelona en 1961, tenía 17 años, pero en esa obra acabó haciendo de madre superiora. Pero Dolors Corderas, fallecida este martes en Eivissa a los 78 años, llevaba dentro el gusanillo del teatro desde que de pequeña iba con sus padres al cine en su Barcelona natal y luego imitaba en casa todo lo que había visto en la pantalla, como confesó en 2012 en una entrevista con Diario de Ibiza.

Corderas, actriz natural y de talento, era una de las personas más admiradas en el mundo del teatro de Ibiza. Llegó a la isla con su marido Roberto, fallecido hace justo un año, y sus hijos Roberto y Ángeles, que ha seguido sus pasos en el teatro y compartió muchas veces las tablas con su madre, a principios de los 80.

Llevaba años sin hacer teatro, pero se puso en contacto con Ramon Taboada, de la compañía de Arts i Oficis, que dirigía el recordado Pedro Cañestro, y éste le ofreció incorporarse. De la mano del director volvió a la escena y comenzó a trabajar después como profesora en la compañía. Por sus manos pasaron durante décadas muchos de los jóvenes actores y actrices de la isla, que la recuerdan con cariño.

Precisamente la compañía de Arts i Oficis fue este martes la primera en dar la noticia de su fallecimiento: “Hoy, con todo el dolor de nuestro corazón, tenemos que comunicaros la marcha de una talentosa actriz, una estupenda compañera, una amiga cariñosa, una trabajadora incansable y una maravillosa persona. Nuestra querida Dolors Corderas, nos ha dejado para siempre pero siempre estará en los corazones de las muchas personas a las que supo transmitir su amor y su pasión por el teatro.  Gracias por todo. Ha sido un honor poder compartir escenario y aprender de ti todos estos años. Te llevamos en el alma. DEP”. comunicaron a través de las redes sociales.

Su actual director, Ramon Taboada, destaca de Corderas su “pasión” por el teatro: “Era su vida. La vi el lunes y tenía solo un hilo de voz, pero lo primero que me preguntó fue que cuándo hacíamos la próxima representación. El teatro era su pasión y su alegría”. Taboada la define como una actriz llena de talento, dócil con el director, dúctil y que “pillaba enseguida el perfil psicológico de los personajes”. “Era un placer verla trabajar”, destaca.

Todos los estilos

En toda su trayectoria en Arts i Oficis, que luego amplió con la compañía Las Querubinas de la Llar Eivissa, representó decenas de obras de todos los estilos, poniendo la misma pasión en cada una de ellas. Una actriz que “se crecía en el escenario”, como destaca Taboada.

“A mí lo que me gusta es interpretar. La última obra que hice fue ‘Bodas de sangre’. Estoy acostumbrada a la vis cómica, con lo que ese montaje fue un reto para mí. Adelgacé dos kilos y cada día trataba de hacerlo un poco mejor. En el teatro pongo alma, corazón y vida. Todo. Mientras el cuerpo aguante seguiré”, destacaba en la entrevista de 2012, el mismo año en el que recibió un homenaje de la Llar junto al artista Walter Kopecky. Hasta allí extendió también sus clases de interpretación, que ofreció también para el Ayuntamiento de Eivissa y en la iglesia de Santa Cruz, además de con Arts i Oficis.

En los últimos años también participó en varios cortometrajes y películas de diferentes directores jóvenes ibicencos, que vieron en ella a esa gran actriz. Entre esos trabajos está el largometraje ‘Los crímenes del Día de Todos los Santos’, de Héctor Escandell, que ayer se despedía de ella en las redes: “Gracias por todo, Dolors. Descansa en paz”. Unos mensajes que se repitieron entre muchas de las personas que la conocieron.

El presidente del Consell de Eivissa, Vicent Marí. también quiso despedirse de ella: “Vivió con la misma pasión que transmitía en los escenarios. Mujer de teatro, trabajadora, siempre alegre y querida. Nos ha dejado Dolors Corderas. Descanse en paz”. 

El cuerpo de Dolors Corderas será incinerado este sábado en el tanatorio-crematorio Aurens en Santa Eulària.