Álvaro Mendoza vuelve a exponer en Formentera, donde reside desde hace años. Ahora enseña su obra más reciente en una muestra que se podrá ver en la sala de exposiciones del Ayuntamiento viejo hasta el 5 de junio.
Este artista, que compagina los pinceles con la arquitectura, se ha propuesto en esta ocasión trabajar con los planos para intentar suspender el tiempo, hasta pararlo en cada uno de sus lienzos.
Los cuadros, de mediano y gran formato, son óleos sobre tela donde el color, la perspectiva y la composición logran ese efecto de instantánea que es el nombre que le ha dado a esta colección.
Con esta serie, Mendoza ha pasado a la figuración después de una época navegando en lo abstracto. Además, ha elegido como temas los paisajes tanto terrestres como marinos, así como objetos y elementos patrimoniales.
El autor señala que en su proceso creativo pasa por distintos estados de ánimo y que eso también marca el resultado de cada una de sus obras.
Según él mismo explicó, la exposición «plantea una inmersión en el existencialismo a partir de la reflexión con el instante y la eternidad, una eternidad producida por la contemplación de las obras». De hecho, este artista siempre trata su obra como una respuesta a preguntas sobre la propia existencia del ser humano. Esa carga filosófica también queda reflejada en sus lienzos, que terminan atrapando al espectador como si estuviera, por unos instantes, hipnotizado, como suspendido en el tiempo.
Álvaro Mendoza es licenciado en arquitectura, nació en Colombia y residente en Formentera desde 2010. Además de trabajar, encuentra en esta isla «un espacio donde coincidir con el tiempo, dialogar con el paisaje, con la arquitectura, con el vacío y la ausencia», manifestó.
