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Restauración

Las filtraciones dañan el interior de la catedral de Valencia

Los restauradores plantearán una rehabilitación integral y una "solución definitiva"

Detalles de los "ángeles músicos" de la Catedral de Valencia.

El equipo multidisciplinar de expertos encargado de realizar los estudios previos de los frescos renacentistas de la bóveda del altar mayor de la Catedral de Valencia ya tienen un primer diagnóstico para los problemas de humedad y eflorescencias salinas que han deteriorado el valioso conjunto de los Ángeles Músicos. El equipo, que coordina el arquitecto y restaurador de la Catedral, Salvador Vila, y del que forman parte físicos, arqueólogos y aparejadores, han realizado durante los últimos seis meses todo tipo de pruebas y análisis a los frescos. La conclusión preliminar es que no hay una única causa, sino un conjunto de ellas que obligan a plantear una intervención de restauración en varios frentes y más allá de la cubierta.

Uno de los focos de entrada de humedad a los frescos se ha descubierto en la fachada de la catedral construida con piedra "travertino" bastante permeable y porosa por la que se estaría filtrando agua al interior de la bóveda. Apoyando esta teoría se ha comprobado que los ángeles que aparecieron dañados en 2019 eran los mismos que ya lo estaban y fueron restaurados en 2005.

Las figuras más dañadas son las más próximas a la fachada y al contrario, las más protegidas y alejadas, no presentan daños. Además se ha comprobado que el foco de humedad no está tanto en el interior de la cúpula, que presenta por otro lado múltiples perforaciones (hasta 25) como en el exterior y en las canalizaciones de evacuación de agua. La cubierta "está bastante bien aislada", asegura Vila.

Las gárgolas y el sistema de evacuación de pluviales con varios metros de recorrido sería otro de los focos de humedad y es probable que algunos de estos elementos de piedra tengan que ser desmontados.

Los problemas también están dentro. La insuficiente ventilación de la catedral, donde la concentración de público, y de miles visitantes y turistas que han llegado a la Seo en los últimos años atraídos por la obra de arte, dispara el nivel de humedad por el vapor de la respiración. Un problema que puede obligar a limitar, cuando la situación sanitaria del coronavirus permita recuperar la normalidad, el aforo de la catedral como ya se hizo en su momento con la Capilla Sixtina.

Entre las pruebas que se han realizado en la bóveda se encuentra la del carbono-14 que permitirán datar con exactitud los materiales obtenidos en las catas que se han hecho en el monumento entre ellas a los materiales de relleno que hay en la cámara situada entre los frescos y la bóveda. A falta de tener los resultados de las pruebas del carbono-14, la fase de diagnóstico y estudio previo se da ya por concluida. La fase se ha alargado algunas semanas más sobre el plazo inicial, por lo que el cabildo ha solicitado una prórroga.

La previsión es que entre enero y febrero se presente la propuesta de intervención en la bóveda, una intervención que a luz del estudio previo deberá abordarse desde varios frentes. "No podemos llevar a cabo la restauración de los frescos sin atacar y corregir el origen de las patologías que hemos encontrado porque dentro de unos años las humedades volverían a aparecer". "Tenemos que ir a una solución definitiva".

En 2005 los restauradores ya vieron que los frescos tenían humedades pero entonces la intervención se centró exclusivamente en recuperar las pinturas. "No queremos que el error se repita", explica el especialista.

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