2018. Don Manuel Íbañez, un agricultor del Campo de Elche se encuentra en la superficie de la tierra que estaba labrando una extraña pieza arqueológica que utiliza como contrapeso de su tractor. Al observarla de cerca se da cuenta de su posible valor y se pone en contacto con el Museo de L'Alcudia, donde le dicen que podría tratarse de un resto histórico de importante valor. Manuel decide ceder el fragmento altruistamente a la Guardia Civil para su análisis.
La pieza ha resultado ser un fragmento único de una armadura de pierna de un guerrero íbero, nunca antes encontrado, con más de 2.000 años de antigüedad.
El director del Museo Arqueológico de Historia de Elche (MAHE), Miguel Pérez ha asegurado que “se trata de una pieza de gran interés arqueológico” porque no existe ningún otro resto material del mismo tipo en todo el mundo. La gran calidad del labrado y los materiales con los que está elaborada denotan que en en torno al siglo V a.C, en L’Alcúdia llegó a existir un taller escultórico de altísima relevancia, que era referente de la época.
Han sido necesarios tres años de estudio y restauración para poder determinar con exactitud su valor histórico. "Nos pusimos en contacto con la Conselleria de Cultura y el Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación porque estas piezas suelen aguardar restos de policromía. Queríamos saber si era posible con algún tratamiento averiguar una mayor información del fragmento", ha apuntado Pérez.
Se ha iniciado un análisis material de la pieza con un tratamiento de fluorescencia de rayos x, que prentende determinar qué componentes inorgánicos pueden existir en ella, si existieran restos de pintura o inscripciones que pudieran aportar un contexto más claro sobre el fragmento.
La pieza encontrada permanecerán en Elche y podrá ser exhibida al público del MAHE cuando finalice su etapa de restauración.