Proyecto televisivo. Héctor Escandell ha empezado a mover en el mercado audiovisual su último proyecto como guionista, ‘El rastro del Arropiero’, una serie de ficción basada en hechos reales centrada en la figura del asesino en serie Manuel Delgado Villegas, autor confeso de 48 crímenes, uno de ellos cometido en Ibiza. 

El cineasta ibicenco Héctor Escandell lleva años trabajando en el guion de ‘El rastro del Arropiero’ con el sueño de que alguna plataforma de streaming o productora de series de televisión se interese por la idea y lleve a la pequeña pantalla la historia de Manuel Delgado Villegas, el Arropiero, considerado el asesino en serie más importante de la España del siglo XX. Aprovechó la pandemia para darle un buen empujón al proyecto y, con la biblia y el capítulo piloto terminado, ha empezado a moverlo en el mercado audiovisual a través de un agente de ventas.

Escandell está convencido de que la historia de este cruel asesino, autor confeso de 48 crímenes cometidos por toda la geografía española, uno de ellos en Ibiza, puede despertar tanto interés como cualquiera de las exitosas producciones británicas y americanas dedicadas a psicópatas criminales, entre los que cita a Ted Bundy.

| CRISTINA AMANDA TUR

El del ibicenco sería el primer proyecto de ficción que se dedica al Arropiero. «Hasta ahora solo se han hecho varios reportajes televisivos como el de ‘Dossier 21: El Arropiero’ (1993) y el largometraje documental ‘El Arropiero, el vagabundo de la muerte’, de Carles Balagué», explica.

‘El rastro del Arropiero’ es una serie de ficción basada en hechos reales que repasa en diez capítulos los terribles crímenes cometidos por Manuel Delgado desde principios de los años 60 hasta su detención en 1971. En concreto, detalla su guionista, «la historia se centra en la investigación policial que llevó a cabo el inspector Salvador Ortega para su detención y en los viajes que el asesino y la comitiva judicial realizaron por España para reconstruir los crímenes». Uno de los que aparecen en esta serie es el que cometió en Ibiza. «Allí violó y acabó con la vida de una turista francesa (Margaret Helene Boudri) que había tenido un affaire con un joven americano, Jules Morton Abramovitz, que fue acusado del asesinato y estuvo en la cárcel durante más de un año», recuerda el cineasta. El hijo de Morton ha aportado información para que Escandell pudiera reconstruir la pesadilla que vivió su padre entre 1967 y 1968.

Salvador Ortega señala la casa donde se cometió el crimen en Eivissa. | CRISTINA AMANDA TUR

La historia , además de abordar la carrera delictiva de este asesino, «vagabundo y analfabeto», repasa su traumática infancia y adolescencia. «Cuando era niño sufrió unos maltratos brutales, era disléxico y tartamudo», explica el guionista sobre la vida de este personaje que acabó convirtiéndose en un monstruo.

Un libro dedicado al ‘Arropiero’

Los protagonistas del relato son el Arropiero y el policía que lo detuvo, Salvador Ortega, que, ha colaborado activamente en este proyecto aportando sus recuerdos y conocimientos. Escandell lo entrevistó en Madrid en 2010. Fue entonces cuando empezó a documentarse sobre este asesino en serie que descubrió gracias al libro ‘Grandes crímenes en Ibiza y Formentera en el siglo XX’, de la periodista y criminóloga ibicenca Cristina Amanda Tur, CAT. Será con ella, adelantó, con la que escribirá más adelante un libro monográfico dedicado al Arropiero.

El director y guionista ibicenco explica que desde 2010 ha conseguido reunir «toneladas de información» sobre Manuel Delgado Villegas buceando en hemerotecas, como la de Diario de Ibiza.

Escandell deja muy claro que en este proyecto está solo como guionista. «Mi único objetivo es que me compren la biblia y el capítulo piloto y que me encarguen los nueve restantes como guionista. Esta serie es un proyecto muy ambicioso que requiere de un gran presupuesto y lo tiene que llevar a cabo una productora con gran poderío económico», subraya Escandell, antes de añadir que no diría que no si le ofrecen dirigir el capítulo sobre el crimen que el Arropierro cometió en Ibiza.