"La matanza de los trenes de Cercanías pudo haberse evitado en numerosas ocasiones a lo largo de los más de dos años durante los cuales se planificó y preparó". Esta es un de las conclusiones a las que llega el experto del Instituto Elcano Fernando Reinares en su libro '11-M, la venganza de Al Qaeda', presentado este martes en Madrid.

En una mesa redonda organizada por la Fundación Ortega y Gasset, el autor ha presentado su libro editado por Galaxia Gutemberg con la colaboración de la Fundación Víctimas del Terrorismo y la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, en un acto al que ha asistido el exalto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Javier Solana.

Dos días antes de la conmemoración del 17 aniversario de la masacre del 11M en Madrid, ocurrida en 2004, Reinares ha insistido en que hubo un "fallo policial y de inteligencia", lo que no quiere decir que las fuerzas de seguridad no trabajaran en la lucha contra el terrorismo internacional. Incluso, lo hacían mas que otras policías europeas.

Tal y como él mismo concluye en su obra, los atentados pudieron haberse evitado "si el conocimiento previo que sobre distintos miembros de la red del 11M tenían en el Cuerpo Nacional de Policía hubiese sido bien interpretado y compartido con la Guardia Civil".

Pero además, Reinares cree que no se hubieran producido si no hubiera existido tanta descoordinación en ambos cuerpos y entre ellos, "si la visión de la amenaza yihadista no hubiese estado desenfocada en un CNI en proceso de adaptación" y si la legislación y el entendimiento judicial hubiesen sido los necesarios.

El experto del Instituto Elcano y catedrático también opina que si Marruecos, Turquía, Francia y Bélgica hubieran cooperado "mas y mejor", hubiera sido más difícil perpetrar la masacre.

Y afirma que, aunque el Gobierno español, entonces presidido por José María Aznar, no se hubiese alineado con Estados Unidos y Reino Unido en la invasión de Irak que tuvo lugar un año antes de los atentados, los terroristas del 11M "habrían intentado ejecutar un atentado dentro del territorio español".

A lo largo de 328 páginas, Reinares hace un recorrido por la evolución del terrorismo yihadista, que ya en 1994 se fue instalando en España.

Como resalta el autor en el prólogo, había suficientes indicios para pensar en la posibilidad de una acción terrorista en España. "Si en las instituciones y las agencias antiterroristas españolas no se hubieran malentendido la naturaleza y el alcance de las amenazas, esta matanza habría podido evitarse", asevera Reinares.