Ya ha publicado dos libros infantiles y sus cuentos y poemas han aparecido en varias revistas y antologías. ¿Por qué ha tardado tanto en lanzarse a publicar su primer poemario?

No ha sido tanto cosa mía, porque yo estaba motivada para publicar desde el primer momento, como de la dificultad que he tenido a la hora de publicar. El libro estaba ya terminado en el año 2016, así que mira cuánto tiempo ha tenido que pasar. No ha sido nada fácil, la verdad. Creo que publicar poesía en catalán es muy difícil. Incluso diría que es mucho más fácil hacerlo en castellano, aunque parezca lo contrario.

¿Es por ese motivo que ha optado por una edición bilingüe?

No. He escogido esta opción por varios motivos. Durante el tiempo que he estado esperando a que me lo publicaran hubo personas, entre ellas, Antonio Colinas, su hija, Clara, y Ben Clark, que me animaron a traducirlo porque así podía llegar a más lectores. Además, la editorial también veía bien que el libro fuera bilingüe.

¿Cómo arranca la aventura de escribir 'Planeta Tigre'?

El poemario surgió en 2015 en un taller de Ben Clark. Yo siempre había escrito desde niña y en la adolescencia empecé con la poesía. Además, estudié Filología Hispánica un poco por eso, pero es verdad que la faceta creativa la tenía bastante aparcada hasta que me apunté a este taller de poesía de Ben. Tanto él como mis compañeros me animaron mucho a que tratara de publicar y ahí empecé a tomármelo en serio. Gracias a ese empujón me animé a sacar del cajón el cuento 'Missatge a la deriva'.

Precisamente Ben Clark escribe 'una nota' en su poemario y Bartomeu Ribes se encarga del prólogo...

Sí, tengo unos buenos padrinos. Los admiro mucho, como poetas y como personas. La verdad es que el poemario sin Ben no creo que hubiera existido.

¿Qué hay detrás de un universo tan personal y mágico como el de 'Planeta Tigre'?

Lo escribí en unos años en los que viví unas experiencias muy intensas y este libro fue una forma de canalizarlas. En él hablo de muchos temas, de un amor que no es fácil, de las necesidades que tenemos cada uno en las relaciones amorosas, de la maternidad, de la esterilidad, de la lucha femenina, del dolor, de las pérdidas, del luto... pero al final todo acaba en la necesidad de mantener la esperanza y la inocencia y seguir adelante intentando que todo este dolor no te deje una huella demasiado profunda.

La fauna y la flora tiene mucho peso en el libro. Por sus versos pululan crustáceos, caracoles, pájaros de todo tipo, además de pinos, algarrobos...

El hecho de haber nacido en Ibiza, el ser isleña y formar parte de este paisaje es un elemento clave en este libro y en mi poesía en general. También creo que le doy mucha importancia a los términos locales. Intento siempre que mi escritura sea lo más fiel posible a la lengua de Ibiza, al catalán de aquí,porque para mí es como respetar la esencia de la voz que hay en el poema.

A Ibiza la compara en uno de sus poemas con 'un cetáceo que se coserá la boca tras el último canto'. Veo que no le augura un buen futuro...

Para mí Ibiza y el planeta en general están en declive. Estamos en una situación muy crítica. Este turismo que hemos tenido hasta ahora nos estaba llevando a una situación casi de suicidio, como decía en el poema. Pero ahora el coronavirus está dando un giro a todo que no sabemos dónde nos va a llevar.

La obra, compuesta por 30 poemas, está dividida en cuatro partes. ¿A qué obedece esta estructura?

Al principio veía el poema como una especie de selva con la que yo me identificaba, como si la selva fuera la voz poética. Entonces quise que cada apartado del libro fuera una parte de esa selva. Al final la selva se convirtió en un planeta, un nuevo lugar donde todo está enmarañado y es virgen. 'Introducción a una biología' es una manera de meter al lector en este nuevo hábitat. 'La humedad' tiene muchos más poemas marinos y también muy isleños. La parte de 'Condiciones sombrías' es la más dura del libro, donde están los poemas de duelo, y la última, 'Zona templada', contiene los poemas más cálidos donde ya se vislumbra un final con luz.

Hay un poema, 'Les minves de gener', que dedica al poeta Manel Marí, fallecido en enero de 2018.

Manel Marí, al que admiraba muchísimo, ha sido uno de los grandes poetas que hemos tenido. Fue una pérdida terrible. Tenía una relación especial con él porque su familia era amiga de la mía. De hecho Manel Marí era ahijado de mi padre. Fue muy triste recibir la noticia de su muerte.

En las páginas de 'Planeta Tigre' hay versos electrizantes. Se me ocurre uno que destaca Bartomeu Ribes en su prólogo: 'Soy un animal cien veces amansado'. ¿Si tuviera que quedarse con un verso cuál escogería?

Éste que mencionas me gusta mucho y el de 'Tenc una illa per arbre genealògic/ i un cordellí d'espart/ que va vorejant-me el coll'. Son versos con los que me identifico mucho. También escogería unos del último poema del libro: 'I no se m'acabaran/ els dies de felins'.

Hablando de felinos, ¿por qué eligió como título el planeta Tigre que menciona en uno de sus poemas?

El poemario tenía otro título al principio, pero decidí cambiarlo. Quería que el título fuera un lugar y escogí el planeta Tigre, que aparece en un poema dedicado a mi hijo Quim. Habla de la maternidad como un viaje a otro planeta, el de los tigres. Es un planeta que me inventé porque mi hijo en aquella época estaba obsesionado con estos felinos.

Aunque la situación ahora mismo es complicada, ¿ tiene planeado en algún momento hacer presentación?

Quizás en primavera, en marzo o abril, si todo va mejor.

Como mencionaba antes, en su libro se habla de lucha feminista. ¿Cree que en la literatura y, en concreto, en la poesía se ha conseguido la ansiada igualdad entre hombres y mujeres?

Pienso que estamos en camino todavía, no creo que hayamos llegado a estar realmente en igualdad de condiciones. Para empezar, para mí es significativo, aunque pueda parecer absurdo, que todavía estemos con la discusión sobre el término poeta o poetisa.

¿Con cuál se queda usted, poeta o poetisa?

Poeta, por supuesto. Para mí ese detalle es un indicador de que la mujer poeta aún no acaba de ocupar el lugar que le corresponde. Que se tenga que diferenciar, aunque cada vez menos, a una persona que escribe poesía añadiendo ese sufijo para indicar que es una mujer es muy representativo de la situación. Además, no es tan común todavía encontrar en antologías poéticas igualdad entre hombres y mujeres. Normalmente las mujeres están en antologías diferenciadas. Así que hemos avanzado mucho, pero queda todavía un trecho para llegar a la igualdad.