La noche de la Eivissa Jazz Experience tiene siempre un ambiente especial que los aficionados esperan como una tradición. El quinteto formado por Abe Rábade supo conectar este viernes con los espectadores en un concierto cargado de historias. El primer tema fue el del batería Esteve Pi, en base a un tema de Oscar Peterson: «Cerca de casa hay una farmacia en la que hay un aparato que suena cuando entras. Me quedé pensando en este sonido repetitivo que me recordó a un blues que se llama 'C Jam Blues'. Y como me apellido Pi, le puse 'Pi Jam Blues'». Un blues con un tempo rápido, influenciado por Thelonious Monk, en el que los cinco se lucieron con sus solos, para empezar un concierto con un repertorio muy bien homogeneizado. Un buen arranque. (Ver galería de imágenes)

A continuación llegó el tema del vibrafonista Jeffery Davis. «Tengo un amigo que se parece al tipo del Monopoly, con ese bigote, y me pidió que le escribiese un tema. Así que compuse 'Who Said Playing Monopoly Was Fun'. Sorry», bromeó. Una bonita melodía de estilo lírico con, también, un ritmo vertiginoso. El saxo de Román Filiú empastó a la perfección con los sonidos del vibráfono de Davis.

El tercer tema fue una balada escrita por el cubano Román Filiú. «Este tema se llama '8 de Mayo'. Un 8 de mayo me escapé y llegué a España. Y un año después, también un 8 de mayo me casé con mi mujer. El 8 de mayo parece que es una fecha significativa, así que decidí componer algo que estuviese a la altura», relató. El público se conmovió con la historia y disfrutó de la balada, así como de los solos, especialmente el de Filiú.

Historia y veteranía

El cuarto tema de la noche fue el único que no era original de los integrantes de la Experience 2020. Una gran interpretación de 'Cyclic Episode' de Sam Rivers en la que los solos cortos de piano, vibráfono, saxo y contrabajo se alternaban con otro de Esteve Pi.

El siguiente en contar su historia fue el contrabajista Horacio Fumero: «Mi tema tiene nombre de pájaro. Lo poco que escribo le pongo nombre de pájaro porque me gustan. Se llama 'Carancho' y es un ave carroñera de la pampa argentina, como muchos que salen por la tele últimamente».

Antes de empezar con 'Carancho' Fumero tocó en solitario una adaptación de 'Jo vull que m'acariciïs', que solía tocar con Tete Montoliú, a la que llamó 'Caricias'. A modo de introducción, Fumero enlazó 'Caricias' con 'Carancho', un tema en el que el piano de Rábade y el saxo de Filiú jugaron con un ostinato alternándolo con una frase sobre la que Filiú y su saxo alto imitaban los gritos y sonidos del pájaro.

El sexto tema fue otra pieza de Filiú, 'El Matadero'. «En el barrio donde crecí en Cuba había un matadero del que se escapan las reses. Unos primos míos eran los únicos que las controlaban. Años más tarde fui a tocar a la provincia de mi novia y se me acercaron cuatro personas a saludarme. Eran mis primos. Entonces el padre de mi novia me dijo que eran unos delincuentes que tenían al barrio aterrorizado. ¡Qué vergüenza pasé!», relató Filiú entre risas. Con un ritmo endiablado y dos líneas complejas para el piano el tema se desarrollaba con frases alternativas de vibráfono, saxo y piano, simulando las voces de los primos en conflicto.

Para cerrar llegó el tema del pianista Abe Rábade, 'Freixo': «Está basado en una canción popular gallega con un toque de pandereta que se llama maneo y la melodía que va a tocar Román [Filiú] se hace con la voz». Una preciosa melodía que hizo las delicias de los presentes con una interpretación del saxofonista cubano que captó a la perfección los giros musicales de la música tradicional gallega.

Pere Bujosa Trío

La noche en el baluarte de Santa Llúcia arrancó con la interesante propuesta del mallorquín Pere Bujosa al mando de su trío, con Xavi Torres al piano y Joan Terol a la batería. Tocaron Temas de su último disco 'Wabi-Sabi', del que hicieron una gran interpretación. Abrió el concierto 'Orwhurn' antes de dar paso a uno de los temas de su próximo disco, que aún no tiene nombre al igual que los temas. Esta pieza supuso uno de los momentos álgidos del concierto, en el que una frase de cuatro notas tocada por piano y contrabajo iba moviéndose todo el rato mientras el batería cambiaba de ritmo e intensidad.

Bujosa explicó que se le da mal elegir los nombres de sus composiciones antes de dar paso a 'Blues per mon pare', que por supuesto dedicó a su padre, que esperaba estuviese viéndole en streaming gracias a IB3. La siguiente fue 'Moneymaker', a la que siguió otra sin título, antes de que arco en mano Bujosa tocase junto al piano la melodía de 'Pyramid Song', de Radiohead, que fusionaron con 'Zukunft'. Y para acabar, un bis. Otro tema sin título en el que como en gran parte del concierto, piano y contrabajo jugaron a perseguirse tocando la melodía de la composición. Un trío diferente, innovador y fresco.