Con mascarillas y distancia de seguridad interpersonal de tres metros. Así cantarán hoy los miembros del Cor Ciutat d'Eivissa durante la misa de Santa María, que se celebrará a las 19 horas en la catedral.

Esta 'nueva normalidad' cuanto menos incómoda que rige desde hace unas semanas el día a día del coro de Vila está recogida en el decreto que la conselleria balear de Salud publicó en el BOIB el pasado 13 de julio. En este documento se establecen distintas medidas para prevenir y contener la pandemia del coronavirus, entre ellas unas específicas para las bandas de música y agrupaciones corales. Según esta resolución, las actividades de ensayo o concierto en ambos casos se deben llevar a cabo en grupos de un máximo de treinta personas, con mascarillas, preferentemente al aire libre y respetando la distancia mínima de seguridad entre cantantes, que en el caso de que la actividad se desarrolle en interior se establece en tres metros.

Este decreto modifica otro anterior, que se publicó el 19 de junio y que solo permitía un máximo de quince personas en las agrupaciones. La medida levantó ampollas entre las corales de Balears, que reclamaron una revisión.

A pesar de los cambios introducidos, el director del Cor Ciutat d'Eivissa, Miguel San Miguel, considera que la normativa del Govern con respecto a los coros sigue siendo «un poco exagerada». De hecho, asegura, «es la más restrictiva de toda España»y cita, por ejemplo, a Cataluña, donde la distancia de seguridad entre los cantantes está fijada en metro y medio.

Ensayos limitados

Ensayos limitados

En este mismo sentido, San Miguel explica que la revisión realizada en julio por el Govern solo «mejora en cierta manera la situación de los coros que pueden ensayar en espacios muy grandes». No es el caso del coro de Vila, que trabaja en un sala que, a pesar de ser espaciosa, en las condiciones actuales solo puede dar cabida a un máximo de catorce personas.

De hecho, para preparar la actuación de hoy, en la que participarán 18 miembros del Cor Ciutat d'Eivissa, los ensayos se han llevado a cabo en la catedral. «Para nosotros trabajar con tres metros de distancia es muy poco agradecido porque no escuchas al compañero de al lado y aunque el resultado es aceptable es incómodo y da mucha inseguridad», asegura San Miguel. Está conforme con el uso de mascarilla, a pesar de las incomodidades. «Entiendo esta medida y es salvable a nivel acústico si se proyecta bien la voz, pero es muy incómoda porque al aspirar mientras cantas se te mete la mascarilla en la boca y oxigenas mucho peor», señala. El protector facial, añade, también es engorroso para dirigir y provoca «que se pierda mucha información ya que los cantantes se apoyan mucho en la expresión facial del director».

En esta situación, de momento, el Cor Ciutat d'Eivissa ha decidido no aventurarse a hacer conciertos, a la espera de que el Patronat de Música d'Eivissa busque un espacio más grande para ensayar.

«La actuación en la catedral no será un concierto, lo que haremos es poner música de fondo al ritual religioso», puntualiza San Miguel, que ejercerá de pianista en la mayoría de los temas mientras Lourdes Roig dirige.

El coro cantará hoy la 'Misa Jubilo', una pieza en ibicenco que compuso San Miguel para la Escolania de la Catedral. La celebración dará comienzo con el 'Ave María' de Lorenc, que interpretará Michael Linneweber. En el ofertorio intervendrá Yolanda Veny cantando otro 'Ave María', en este caso compuesto por San Miguel. Otra de las composiciones que sonará en la catedral, cantada a dúo por Veny y Linneweber, será 'Panis Angelicus', de César Franck. La única pieza a capela será la del 'Pare Nostre' de Madina, que dirigirá San Miguel.