En la última década Can Jordi se ha convertido, casi sin pretenderlo, en un lugar de culto para los amantes de la música en vivo y ha revolucionado el panorama del rock y el blues en Ibiza. De ese fenómeno casi milagroso habla el libro 'Can Jordi Blues Station: 10 años de revolución cultural', obra del periodista y colaborador de Diario de Ibiza Xescu Prats y del fotógrafo Joan F. Ribas.

El volumen se presentó ayer mismo en este colmado bar situado en el kilómetro ocho de la carretera que une Ibiza con San Josep, coincidiendo con el cumpleaños del artífice de Can Jordi Blues Station, Vicent Marí Torres, más conocido como Vicent Jordi. Él es el editor de la obra, en la que han colaborado el Ayuntamiento de Sant Josep, las áreas del Cultura y Turismo del Consell de Ibiza y Gaseosas la Ibicenca.

Como narró Joan F. Ribas, la semilla de este proyecto nació en una noche de verano de 2019 charlando de cosas de la vida y sobre todo de música . El fotógrafo y Xescu Prats propusieron al propietario de la Station publicar un libro centrado en los últimos diez años de este mítico establecimiento y Vicent Jordi no dudó un segundo en embarcarse en esta aventura.

El libro, que se ha gestado en un año, alterna imágenes y textos casi a partes iguales. La mayoría de las fotografías, 150, son obra de Joan F. Ribas. También se incluyen instantáneas familiares antiguas y fotos de otros autores como Andrés Iglesias, Ana G. Hernando y Neus Prats. Además en las páginas centrales hay un cómic, 'Back to the Oditty', que ha creado para la ocasión el humorista gráfico Untaltoni, que ayer estuvo en la presentación.

En las primeras páginas Xescu Prats explica el origen del «milagro» que convirtió un colmado de carretera centenario en una «catedral del rock en Ibiza», en una época, a principios del siglo XXI, en la que la música en directo no pasaba por su mejor momento en la isla. En poco tiempo Can Jordi sumó a su larga lista de funciones (tienda de comestibles, bar, sala de juegos, correo, y gasolinera) un nuevo cometido, el de espacio de conciertos. Sobre el asfalto de la terraza, se han sucedido en estos diez últimos años más de 800 actuaciones. Aunque antes ya se había organizado de forma espontánea alguna jam session, la mecha de la Station la prendió la improvisada visita del guitarrista argentino Ariel Rot. El fundador de bandas como Tequila o Los Rodríguez iba a actuar en el Sant Pepe Rock de 2009 y el organizador del festival, Miquel Prats, Botja, le invitó un día antes a visitar Can Jordi. Allí sacaron las guitarras y empezaron a tocar. La voz se corrió rápidamente a través de SMS y el local se llenó de gente. A partir de entonces comenzaron a programarse conciertos.

La aldea gala de Astérix

Miquel Prats, Botja, protagonista de esta anécdota, acudió ayer a la presentación, en la que comparó a Can Jordi con «la aldea gala de Astérix», irreductible, en este caso, «ante el poder de la industria turística». El organizador de Sant Pepe Rock es uno de los personajes que aparecen en este libro junto a otros 59 músicos locales, nacionales e internacionales que han pasado por el mítico local ibicenco y que exponen aquí su visión de Can Jordi. También figura Joan Murenu, uno de los fundadores de UC, que, estuvo ayer en la presentación y que en el libro explica que este establecimiento le devuelve «a la Ibiza de los años 60». Aparecen, además, músicos tan consagrados como el británico Ben Howard, que pasó los veranos de su infancia como vecino del colmado, y músicos que llenan estadios, como el teclista de los Foo Fighters, Rami Jaffee y la violinista de la misma banda, Jessy Greene.

El último en intervenir fue el alma mater de Can Jordi Blues Station, que reconoció que lloró de alegría cuando tuvo en sus manos «la obra de arte» que han hecho Joan F. Ribas y Xescu Prats. «Este libro es un homenaje a la música y el inicio de una historia muy bonita que no vamos a prostituir», afirmó antes de despedirse, mientras le observaban con orgullo entre el público, sus padres, Pep Marí y Esperanza Torres, que, por cierto, es otra apasionada del rock and roll.