El pasado artístico de Miquel Farriol (Barcelona, 1950) como viñetista sale a relucir en su última exposición, 'Historietas y otras narraciones', que se inaugura esta tarde, a las 20 horas, en Can Tixedó Art Café, en Forada.

Como explica el propio autor, una parte de la muestra reúne algunas de sus trabajos más recientes, inspirados «en el tebeo», género que Farriol cultivó en su juventud como dibujante y editor de revistas de historietas como El Rrollo enmascarado, en la que trabajó junto a su hermano Josep, Javier Mariscal y Nazario.

La serie que se expone en Can Tixedó, realizada entre octubre de 2019 y enero de este año, narra «una historia a través de viñetas con cierto aire surrealista y formas abstractas», comenta el artista catalán, afincado en Ibiza desde los años 70.

La segunda parte de la muestra reúne trabajos creados entre 2017 y 2018 y que están influenciados por tendencias artísticas como el suprematismo, que se centra en formas geométricas puras, y el op art, un estilo que hace uso de las ilusiones ópticas.

Farriol señala que algunas de las obras que se pueden ver en la sala de Forada abordan temáticas que surgen de trabajos «remasterizados» creados en la década de los 80. Un ejemplo de ello son cuadros como 'Día lluvioso', de la serie 'Paseando por el paraíso', o 'Anillos', de 'Compossicions'.

En total, la nueva exposición, que se podrá visitar hasta el 11 de marzo en Can Tixedó, reúne una veintena de obras «de formato mixto-digital» que tienen como hilo conductor, según afirma el autor, «el color, las formas abstractas sugerentes, y una cierta atmósfera surrealista».

La técnica es la misma para todos los trabajos. Farriol parte de una obra en papel que acaba convirtiéndose en «una impresión digital». «La mayoría de los trabajos parten normalmente de pinturas o dibujos hechos en papel de acuarela, que luego escaneo para trabajarlos con herramientas digitales añadiendo toques de color y diferentes capas para producir cierto relieve», explica.

Miquel Farriol estudió diseño gráfico en Barcelona y se forjó como dibujante haciendo tebeos, muy influenciado por el cómic underground americano. En esa etapa conoció a Mariscal y Nazario.

Juzgado por varios de los tebeos subversivos en los que participó, a mediados de los 70 el artista barcelonés se trasladó en Ibiza. Allí dio el salto del dibujo a la pintura, hasta que dio el paso al arte digital.