Recién llegados de Burgos, María Moreno y Marcelino Rubio han decidido aprovechar su primeras horas de vacaciones en la isla para disfrutar de las fiestas patronales de Santa Eulària. La pareja, que viaja con el Imserso, está haciendo tiempo en el Puig de Missa a la espera de que comience la misa, programada media hora después. A esa hora, las 10.30, todavía son pocos los que se pasean por allí. Carmen Ferrer, una de las más madrugadoras, recibe a los parroquianos en el porche que da acceso al templo con un « molts anys i bons». Es su primer día grande como alcaldesa de Santa Eulària. (Ver galería de imágenes)

«Que no llueva», comenta en tono de súplica Maria José Navarro, una de las feligresas que acaba de saludar a la primera edil. Esta conquense afincada desde pequeña en Ibiza se dirige presurosa al interior del templo. Le gusta la fiesta grande de Santa Eulària y suele acudir a esta cita, hoy con más motivo, porque, explica, va a llevar una de las imágenes que saldrán en procesión después de la celebración religiosa.

En el porche, los sonadors del Grupo de Ball Pagès Es Broll ensayan ante la mirada curiosa de Paco Martínez y Miguel Ángel Comino, dos turistas del Imserso procedentes de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real. Uno graba con la cámara la actuación y el otro hace fotos . «Es la primera vez que veo tocar al mismo tiempo flauta y tambor», comenta Martínez.

A unos pasos de ellos, Elena Costa ayuda a Lorena Riera, balladora de la colla santaeulaliense, a colocarse uno de los coloridos lazos que adornan sus hombros. En la cabeza, como el resto de compañeras de Es Broll, lleva la mantellina, un complemento indispensable en la celebración del día grande de Santa Eulària.

Este año a la fiesta han acudido un nutrido grupo de miembros de la agrupación folclórica. «Somos dieciséis parejas de todas las edades y todavía falta gente», comenta Carolina Ferrer, que estrena rifaco para la ocasión.

En el interior de la iglesia ensaya el coro parroquial de Santa Eulària dirigido por Jordi Martí. Se prepara para cantar la 'Misa en Do Mayor' del autor valenciano Juan Cantó. La formación musical interpretó esta composición hace quince días en la catedral de Toledo, después de mucho tiempo sin cantarla. Lo explica Martí, después de dar instrucciones al coro, al que le acompañan un conjunto de instrumentos de metal y Pedro Guasch, que hace doblete, primero con el órgano y más tarde, en la demostración de ball pagès de Es Broll, con las castanyoles.

Comienza puntual la misa, que preside por primera vez como nuevo administrador diocesano de Ibiza y Formentera, Vicent Ribas. El párroco de Santa Eulària, que sustituye a Vicente Juan Segura hasta que se nombre nuevo obispo, explica poco antes de la celebración religiosa que ha decidido invitar «a Pere Miquel López Muñoz, como hijo de este pueblo, a que haga la homilía de la patrona». El párroco de Jesús asume con «gran alegría» este papel, como reconoce poco después ante los feligreses durante su plática.

Tras hacer mención a los estrechos lazos que le unen a la Villa des Riu, la localidad que le vio nacer «hace casi cincuenta años» y que también le ha visto crecer «como persona y como sacerdote», López se centra en la vida de la patrona del lugar, la mártir cristiana Santa Eulalia.

En las primeras filas de bancos, escuchan atentos representantes políticos y de las fuerzas de seguridad. Además de Carmen Ferrer y toda la corporación municipal de la Villa des Riu, han acudido al evento, entre muchos otros, el presidente del Consell de Ibiza y exalcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, y el primer edil de Sant Antoni, Marcos Serra.

La ceremonia religiosa transcurre ligera entre los cantos del coro y el perfume, a veces excesivo, del incienso. La iglesia está abarrotada y muchos tienen que seguir la misa de pie, como Juan José Marí e Inmaculada Rodríguez, que lleva en sus brazos a Jorge, de dos años, vestido de los pies a la cabeza con el traje típico ibicenco. «Es la segunda vez que se lo pone, la primera fue cuando lo bautizamos el pasado noviembre», explica su madre, una sevillana a la que le «gusta mucho todo lo que tiene que ver con las tradiciones de Ibiza». Al atuendo de Jorge no le falta ni un detalle. El pequeño lleva pantalón y camisa blancos, pañuelo alrededor del cuello, chaleco con botones de plata y en la cintura, un fajín, además de espardenyes. «También tiene el gorro», apunta el padre, que señala orgulloso hacia los bancos delanteros, donde se sienta su hija María, de 15 años, que forma parte de la colla de Es Broll.

Poco antes de finalizar la misa, interviene el administrador diocesano que, tras felicitar el santo a todas las Eulàries, Lalis y Eulalias, se lanza con una larga lista de agradecimientos que comienza con unas palabras dedicadas a los capellanes que le acompañan, a los que cita por su nombre, uno por uno, y que termina con una referencia a todos los presentes, residentes y turistas, que se han acercado hasta el Puig de Missa para asistir al evento festivo.

La misa concluye con las interpretación por parte del coro parroquial de los 'Goigs a Santa Eulària'. Los feligreses, que se unen al canto, rompen a aplaudir al finalizar este tema con letra del sacerdote Vicent Costa Ribas y con música de Jordi Martí. Carmen Betancourt, turista del Imserso de Canarias, alaba la música y la actuación del coro. «Ha sido precioso», asegura, antes de llevarse de recuerdo la estampita que se ha repartido entre los asistentes con la letra de la canción. La besa, «para que me dé suerte y pueda volver aquí todos los años», dice.

Comienza la procesión religiosa, que observan con admiración y móvil en mano Carmen Ortiz y su pareja, Francisco Ortega, un reconocido escultor burgalés. Están en la isla con el Imserso y no han querido perderse esta celebración. «A mí lo que me gusta es conocer las costumbres de cada sitio, las playas son todas iguales», señala Ortega.

Colocados en un sitio estratégico para ver la actuación de ball pagès, un grupo de turistas de Valdepeñas charla animadamente con Lola Huete. «Es una fiesta muy auténtica. Ésta es la otra cara de Ibiza, la bonita», les dice esta madrileña de Getafe, que ha viajado con su hija Inés expresamente para disfrutar del día grande de Santa Eulària.