Princesa, muy pizpireta ella con su tutú dorado de cuerpo de lentejuelas y un pequeño lazo en la cabeza, aguarda, junto a su dueña, Jennifer Murcia, y sus «madrinas», Paola y Elisabeth, a que el obispo de Ibiza, Vicente Juan Segura, derrame sobre ella agua bendita. Llega el momento y las acompañantes de esta pequeña pomerania de apenas seis meses no pueden disimular la emoción. Para la propietaria, este rito significa el bautismo de su criatura, a la que considera «la princesa de la casa» y que tiene incluso perfil en Instagram, con decenas de fotos en las que luce coquetos diseños. Tras este evento, todas ellas se irán a casa para celebrar «la fiesta-bautizo». (Mira aquí todas las imágenes)

Además de Princesa, hay decenas de animales con sus dueños que esperan la bendición del obispo, que lleva a cabo el rito subido en un pequeño estrado situado junto a la sede del nuevo Ayuntamiento de Sant Antoni, en el Passeig de la Mar.

La mayoría de las mascotas son perros. En la cola llaman la atención por su gran tamaño tres ejemplares de mastines de los Pirineos de color blanco con lazos en el cuello, Sol, Rayo y Luna, que llevan Jesús y su hija Pilar, residentes en Sant Antoni. «Es la segunda vez que asistimos a este acto, el del año pasado fue el bautizo, y ahora es la confirmación», bromea Pilar, mientras explica que las mascotas de su padre, dos de ellas de 65 quilos de peso, son perros pastores ovejeros. Junto a ellos está Salvador Cabrera, que porta uno de los pocos animales exóticos que ha acudido a la cita, el loro Chiquitín, que, comenta su dueño, tiene dos años y medio. Cabrera, jugando, pone al pájaro de llamativos colores sobre el lomo de Sol y Rayo y ellos apenas se inmutan.

No se ven muchos felinos en la comitiva. Luis Emilio Gómez, un jovencito de nueve años de Sant Antoni, es uno de los pocos que porta un gata. Se llama Luna y tiene 7 años. Es la primera vez que el niño lleva a su mascota a la bendición de animales. Le acompaña su padre, Luis Gómez.

Antes de que todos estos animales reciban su correspondiente ración de agua bendita, desfilan, ante las autoridades y el obispo, más de una decena de carros tradicionales llevados por caballos, mulas, burros y ponis. Uno de los vehículos que atrae más la atención de la concurrencia es un pequeño carruaje proveniente de Sant Rafel con un poni blanco llamado Estrella, en el que están subidos Pepe Ribas y el pequeño Daniel, de seis años, que se ha puesto para la ocasión un sombrero de vaquero.

Tras los carros, pasan por el Passeig de la Mar una decena de jinetes vestidos prácticamente todos con el mismo uniforme, en blanco y azul, con sus elegantes caballos y yeguas, que reaccionan, en algunos casos, con movimientos nerviosos al notar sobre ellos las ráfagas de agua bendita.

Comienza entonces el desfile de mascotas, que encabeza Francesc Ribas, un josepí que se ha desplazado hasta Sant Antoni con un macho cabrío de ocho meses y una cabra de dos años, que se hacen las remolonas al andar. No es la primera vez que Ribas asiste a la bendición de animales de Sant Antoni. Ha acudido en otras ocasiones con un perro y varios cabritos.

Entre los roedores que esperan la bendición religiosa está Princesa, un hámster ruso, regalo de Navidad de Noa García Pérez. Dani Torres, de nueve años, también tiene como mascota un hámster, al que ha puesto de nombre Valentín, porque, explica, se lo regalaron un día antes de la celebración del patrón de los enamorados el año pasado.

Uno de los últimos en recibir la bendición de Vicente Juan Segura es Toy, un conejo de un año que lleva en una jaula Joan Marí, de nueve años, que está junto a su padre y su perro Tini, un bretón de ocho años .

Tras la bendición, se lleva a cabo la suelta de palomas y comienza junto al Ayuntamiento la demostración de ball pagès de la Colla Brisa de Portmany.

Parte del público se desplaza a la zona del aparcamiento atraída por la música y el olor a comida. Acaba de comenzar el Festival Sant Antoni Trucks, una de las novedades más atractivas de las fiesta patronal. Entre la decena de caravanas, que ofrecen desde pizzas hasta ostras, se pasean Cristian Rodríguez y Adriana Elvira Sánchez, que están encantados con esta iniciativa de Fun & Trucks y del Ayuntamiento de Sant Antoni. «Se agradecen festivales como éste, que dan vida a la isla en inverno», dicen mientras escuchan al cantautor Alberto Oliva.