Faltaban 15 minutos para las 21 cuando el cine Regio levantó el telón para acoger el primer recital en la isla del cantaor José Mercé. Medio millar de personas abarrotaban la sala en esta nueva edición del festival Brisa Flamenca, en el que también actuaba Alba Molina, que fue la primera en salir a escena. El artista jerezano aparecía en el escenario a las 10 de la noche entre atronadores aplausos y gritos del público: "¡El que vale, vale!", antes de guardar silencio ante las notas de su primer tema: una malagueña de Enrique el Mellizo, acompañado de sus palmeros, guitarra y percusión. Los asistentes le reclaman que cante una de sus canciones más conocidas, 'Aire'. "Aire es lo que necesito yo", responde con humor Mercé, que carga con un resfriado.

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Festival Brisa Flamenca con José Mercé y Alba Molina

Alba Molina había iniciado el concierto acompañada del guitarrista Rycardo Moreno. Los quejidos de Alba Molina dejan boquiabiertos a muchos de los asistentes, aunque algunos se dedican a charlar sin prestarle atención, lo que obliga a la cantaora a pedir silencio puesto que el bullicio la "desconcentra", no sólo a ella sino también a sus músicos. Su petición recibe una grosería como respuesta: "Nosotros sabemos lo que es la música", le espetó un asistente, aunque a partir de ese momento, Alba Molina sigue con su recital entre aplausos del público que, tras su interpretación de 'Todo es de color', se pone en pie.

José Mercé desgranó sus temas durante una hora entre la emoción y el silencio respetuoso de los 500 asistentes que vibraron con el jerezano, especialmente cuando cerca del final, el cantaor se puso en pie (hasta entonces interpretó sus canciones sentado) para bailar y cantar sin micrófono, entre el fervor del público, para el que el recital "se hizo corto". "Habríamos querido por lo menos tres o cuatro canciones más", aseguraban algunos espectadores.