«El arte es absolutamente imprescindible, sin él no somos nada», reflexiona Neus Prats mientras echa un vistazo a las obras de Julia Fragua y Joan Costa. Esta ecologista integrante del GEN no se pierde una edición del Supermercat de l'Art y hoy ha aprovechado su tiempo libre para acudir a la inauguración. Es una de las primeras en llegar a Garden Art Gallery. Prats se declara «fan» de muchos de los artistas que este año participan en el evento. «Me encanta Adrián Cardona, es el número uno, tiene un sentido del humor brutal», comenta. El año pasado compró obra de él y de Lula Martins, esta vez todavía no tiene claro si se hará con alguna de las más de 300 creaciones de 16 artistas que hay expuestas. «Ya no tengo sitio en las paredes», asegura.

A pocos metros de ella está una de las pintoras participantes, Josefina Torres, que en esta edición expone quince obras abstractas sobre papel, cartón y láminas de madera que ha creado expresamente para el Supermercat empleando acrílico y algunos trazos de tiza blanca. «Sigo en mi línea habitual de manchas caóticas que surgen al azar empleando siempre azules, blancos y negros para recrear estos paisajes líricos», explica. Torres, que lleva siete años formando parte del cartel de esta iniciativa, considera el Supermercat «una oportunidad muy buena para adquirir obras a precios asequibles y regalar arte en Navidad».

Junto a ella está otro de los artistas participantes, Julio Bauzá, que confiesa no ser muy «creyente de los supermercados del arte», a pesar de que en estos momentos expone en tres, en Ibiza, en Santiago de Compostela y en Madrid. Para esta edición en Garden Art Gallery ha reunido veinte collages de estilo geométrico en los que la caligrafía es un tema recurrente.

Bauzá es uno de los creadores más veteranos junto a Mario Stafforini, «toda una institución del Supermercat de l'Art», como lo califica su organizadora, Bernadette Chapu. No ha pasado ni una hora desde la apertura de la galería y ya un cliente ha comprado seis de sus obras. El pintor argentino, que participa en el Supermercat de l'Art desde que en 1993 Carles Fabregat lo puso en marcha, por aquel entonces en la galería Alhadros, conversa animadamente con otros artistas. De esta cita navideña le gusta sobre todo «la posibilidad de reunirse con los amigos pintores». Y es que, como resalta otra de las participantes, Doralice Souza, la inauguración del Supermercat de l'Art «es un acontecimiento artístico y social». «Para mí participar en este evento es algo muy emotivo», señala la pintora, que presenta en esta edición una serie de pinturas que ha bautizado como 'Migrations'. «Son paisajes abstractos, bastante dinámicos con trazos que recuerdan a pájaros y peces y caligrafía», detalla Souza, que precisamente hace poco migró a Mallorca. Una de sus obras la acaba de comprar Yasmin Merino, una joven de 25 años que acude a la inauguración con su pareja José Manuel Revelles. Es la primera vez que visitan el Supermercat de l'Art y la experiencia de poder comprar a precios razonables les ha encantado. Se llevan dos cuadros, el de Souza y otro que representa el rosto de una payesa de Diana Bustamante.

Nuevos fichajes

También es la primera vez, en este caso como artista participante, de Romanie. Considera que este evento «es una opción para el público no tan fría com una exposición». También opina que supone «un reto» para los creadores, que tienen que presentar «obras de pequeño formato». La artista ibicenca expone 22 pinturas en acrílico y témpera de huevo y óleo que, explica, representan «paisajes internos y poéticos» con su habitual estilo que muchos califican de «arte fantástico».

Otro de los nuevos fichajes del Supermercat es Javier Ens, que participa en su primera edición con obra escultórica y pictórica. Las escaleras es el motivo principal de sus esculturas, mientras que en sus pinturas experimenta con colores flúor y abstracciones «inspiradas en las formas geométricas de la Prehistoria».

Entre los artistas que exponen obra figurativa está el australiano Ian Galbraith, que solo lleva dos años participando en el Supermercat. Como él mismo relata, en esta edición presenta «25 obras en pastel sobre papel» que representan distintos paisajes ibicencos como ses Salines, el Puig de Missa o Dalt Vila.

Tampoco se ha querido perder la inauguración Júlia Ribas, que lleva participando en este evento desde 2006. Esta artista considera el Supermercat de l'Art «un banco de pruebas, una oportunidad para experimentar y trabajar en cosas nuevas». «Es como el trabajo fresco de un boceto», señala mientras muestra la serie que presenta en esta edición, que ha llamado 'Pluja'. «Cuando creo siempre empiezo mi obra con algo figurativo para luego profundizar hasta sintetizar la idea», comenta sobre su método de trabajo.

«Tengo constancia de que Júlia Ribas es una artista que promete», comenta Susana Mamero a su amiga mientras contempla sus pinturas. Le encanta el arte y descubrir nuevos talentos. «Estoy empezando ahora a conocer a la nueva hornada de artistas ibicencos. Me gustan muchísimo Adrián Cardona y Javier Ens como escultor», asegura. También es admiradora de la obra de artistas con solera como Bauzá, «el maestro de los maestros», Carles Guasch y María Catalán.

Mamero alaba iniciativas como el Supermercat, porque es «una forma muy bonita de fomentar el arte con precios asequibles». También le gusta la actual ubicación, «en un entorno natural», de esta galería situada en el kilómetro 8,5 de la carretera de Sant Josep, en el desvío a Porroig.

Tras un buen rato contemplando arte y departiendo con los asistentes, Mamero se despide de los responsables del evento, la organizadora, Bernadette Chapu, y Carles Fabregat, impulsor de esta iniciativa en Ibiza; colaborador, desde que el Supermercat se trasladó a Garden Art Gallery, y además, uno de los 16 artistas participantes. Ambos están muy satisfechos con el hecho de que el tiempo haya acompañado a esta cita cultural y con la respuesta del público en este primer día del Supermercat de l'Art, que se podrá visitar hasta el 15 de febrero de 2020. Ya casi son las dos de la tarde, hora de cierre de la galería, y el aparcamiento está repleto. Los coches tienen que maniobrar para no llevarse por delante algunos de los hermosos cactus que adornan su jardín.