Antes de comenzar la prueba, su presentador, Juanjo Serra, ya puso sobre aviso a los participantes de la Sant Carles Xtrem: «Este año hay más barro y agua que nunca». De hecho, detalló, «en el circuito para los adultos las pozas tienen un metro de profundidad con lo cual en algunos tramos esto va a parecer un acuatlón». Con este panorama era fácil imaginar cómo iban a terminar todos los corredores, con fango hasta las orejas. (Mira aquí todas las imágenes)

Por si no hubiera suficiente con el barro y la espuma, ingredientes habituales en esta carrera espartana, en esta edición se añadieron nuevos obstáculos y elementos disuasorios a sortear como el alambre de espino que se colocó, a una altura razonable, sobre un trecho del recorrido que se tenía que atravesar reptando.

Ninguna de estas nuevas dificultades echó para atrás a los 301 participantes, una cifra de inscritos superior a ediciones anteriores. Eso sí, algunos optaron por inspeccionar el terreno minutos antes de que diera comienzo la competición.

«El circuito tiene tela, especialmente las pozas de barro», comentó Beatriz, que acudió a la cita con tres compañeros de trabajo, Vanesa, Papo y Jolanta, disfrazados de «ranas biónicas». Fue Jolanta la que propuso al resto apuntarse a la Sant Carles Xtrem. «Es la primera vez que venimos», explicaron. No entrenaron para la ocasión, aunque algunos, como Beatriz, habían calentado motores la semana anterior en otra carrera, esta vez de zombis, y arrastraban todavía las agujetas.

Como en años anteriores, abundaron los disfraces, especialmente entre el público adulto. Uno de los atuendos más llamativos fue el escogido por un grupo de amigos, vestidos de sevillanas, que quedó en tercera posición. Fue una de las componentes del equipo, Eva, que ya había participado en la edición de 2018, la que animó al resto de amigos, Felipe, Mercedes y Ana, a que se apuntaran al evento deportivo. Todos ellos entrenan en un club de atletismo. «Esta carrera es muy divertida, pero también durilla, sobre todo cuando vas por la quinta vuelta», comentó Eva.

La Sant Carles Xtrem comenzó puntual con la prueba para los participantes más pequeños, de 2 a 9 años, que recorrieron quinientos metros saltando balas de paja, remojándose en charcos de barro y sorteando ruedas. Entre los ganadores, estaban Kiran y Kayla Giraldo Sánchez, de siete años, unos mellizos de Vila a los que les apasiona correr y que se apuntan a todas las pruebas de atletismo que pueden, como explicó su orgullosa madre, Marta Sánchez Sánchez. Kiran, disfrazado de vampiro, alcanzó la meta el primero. Su hermana fue la tercera y la primera de las niñas participantes en la categoría de iniciación.

En la siguiente prueba, de un kilómetro, corrieron niños y adolescentes de entre 10 y 15 años. Además, participaron,en la categoría especial,un grupo de atletas de la Asociación de Deportistas Discapacitados de Ibiza y Formentera (Addif), que acudieron acompañados por su entrenador personal, Alejandro Leonelli. «No ha sido difícil», aseguraba Moisés Márquez, tras completar el circuito y quedar el primero de su categoría, la especial.

Figuras del atletismo

Minutos después comenzó la prueba más larga, dirigida a los participantes de más de 16 años. De los 151 inscritos en esta categoría, acabaron la carrera algo más de cien, 50 mujeres y 54 hombres. Los participantes tuvieron que recorrer seis kilómetros corriendo, reptando, cruzando casi a nado pozas de aguas y saltando diferentes obstáculos como neumáticos , camiones y contenedores.

El primero en completar el circuito, como en la edición del año pasado, fue William Aveiro, del Club Ibiza Trail, que acabó la prueba en algo menos de 24 minutos. «Este año ha sido más difícil. Han hecho las pozas más hondas y al ser pequeño me ha costado salir», reconoció. En segunda y tercera posición quedaron dos deportistas veteranos, Andoni Valencia y Samuel Urbano, que llevaba tiempo sin participar en la prueba de la que en sus tiempos era un habitual. No fueron las únicas caras conocidas del atletismo que se animaron a competir en la Sant Carles Xtrem. También acudió a la cita, disfrazado de sevillana, uno de los deportistas más grandes que han dado las Pitiüses, Felipe Vivancos. De las féminas, la más rápida fue Luisa Bonet Templeton, que el año pasado quedó segunda .

Entre los participantes que llamaron más la atención de los asistentes, se llevó la palma una Blancanieves muy en forma, Carlos Torres, que, además de quedar en la séptima posición en la general, se llevó el premio al mejor disfraz en la categoría de adultos. Esta Blancanieves no había acudido sola a la prueba. Le acompañó en la carrera la bruja del popular cuento, mientras, entre el público, les jaleaban no siete sino quince enanitos, del colegio de Santa Gertrudis, que habían participado antes en las pruebas mini y que quedaron en primera posición en la categoría de mejor disfraz infantil. El original equipo lo completaba Maribel Ferrer, disfrazada de soldado con caballo de cartón incluido. Debido a un cáncer, que le diagnosticaron hace tres meses, no pudo participar. Está deseando hacerlo en la próxima Sant Carles Xtrem.