El Parque de la Paz de Vila y el Saint Mary's del Bronx, en Nueva York, tienen algo en común: ambos están junto a los dos primeros murales de la serie 'Tribute to Women & Diversity', de los artistas Aída Miró, Jerom y Twoflü. El ibicenco fue pintado en el verano de 2018 y el neoyorquino en el último mes, ambos con la misma idea: «Dar más visibilidad a la mujer en espacios urbanos, retratando a tres mujeres de diferentes edades y etnias rodeadas de caligrafías con mensajes positivos», explica Miró.

Los tres han pasado un mes pintando en el Bronx, aunque la ibicenca reside en Nueva York desde hace años, gracias al apoyo del Institut d'Estudis Baleàrics, Foxy Wall Management y una beca del Bronx Council of the Arts.

Las tres mujeres elegidas en esta ocasión son Natalia Méndez, Dada Coz y Margie Díaz. La primera es una indígena de Oaxaca (México) que llegó a Estados Unidos como tantos migrantes indocumentados y actualmente regenta junto a su familia el restaurante La Morada, que se llama así porque está pintado de morado, pero además porque sirve de refugio a otros inmigrantes. Dada Coz es una artista afrolatina de origen dominicano, bailarina de burlesque, directora artística y profesora de yoga, que trata en sus performances sobre el empoderamiento de las mujeres. Margie Díaz, por su parte, llegó de Puerto Rico con 4 años y a sus 76 ha criado sola a cuatro hijos y una vez jubilada está aprendiendo a pintar.

«Un gran reto»

«Un gran reto»«Tras retratar a las tres mujeres, visitando a cada una de ellas, tuvimos que hacer la composición adaptándonos al espacio: la fachada de un edificio de cinco plantas que mide unos 20 metros de alto por 7 de ancho y tiene ventanas en medio», explica Miró. «Esta vez el gran reto era el formato vertical donde colocar tres retratos y las caligrafías de forma equilibrada -continúa-. Trabajar en vertical no nos permite hacerlo a los tres a la vez y teníamos que turnarnos la grúa. Hubo días de lluvia y viento que nos impedían pintar. Teniendo todos los materiales necesarios comprados y los permisos para colocar la grúa tardamos dos semanas en pintarlo». «Durante este tiempo -recuerda- tuvimos muchas visitas de vecinos que pasaban por allí observando el proceso, algunos nos felicitaban y nos daban las gracias por pintar en su barrio. Muchos colegios de la zona traían a los niños a ver cómo pintábamos y nos hacían preguntas. Sus reacciones de sorpresa nos animaron a seguir pintando».

Además del mural, el proyecto se completó con un taller de pintura mural gratuito en un colegio público abierto a toda la comunidad: «Participaron desde niños de 4 años hasta sus abuelos. Todos contribuyeron a pintar el mural que permanece en el auditorio del colegio», explica Miró.

«El día de la presentación del mural tuvo una gran aceptación por parte de la comunidad. Dos de las retratadas, Dada y Natalia, estuvieron presentes en la presentación, capturando a todas las cámaras. Natalia le dijo a Dada: «No nos habíamos conocido nunca antes pero gracias a esta pared vamos a estar juntas para siempre».

La presentación corrió a cargo de Jeff Fox (el dueño del edificio y director de Foxy Wall Project) y de Roseline, una representante del Bronx Council of the Arts. «Ahora pensamos que tres retratos de mujeres no son suficientes para representar la gran diversidad que hay en el Bronx, por lo que vamos a tratar de realizar otro con tres mujeres más el año que viene», termina la artista ibicenca.