La fotógrafa alicantina Cristina de Middel, a sus 44 años, se ha convertido en fotógrafa asociada de la agencia internacional Magnum, fundada en 1947 por reporteros como Robert Capa o Cartier-Bresson, entre otros. De Middel, que trabajó como fotógrafa en Diario de Ibiza, dio el primer paso en junio de 2017 cuando fue nominada por la junta general de la agencia reunida en Nueva York para entrar en este templo de la fotografía. Ahora, dos años después, la junta reunida hoy en Londres ha dado el visto bueno al trabajo realizado por la alicantina en este tiempo y ya es socia.

El Museo de Arte Comtemporáneo d'Eivissa (MACE) incorporó una serie de fotografás de Middel a su colección.

La fotógrafa, Premio Nacional de Fotografía 2017 que trabajó también durante seis años como reportera gráfica en Información, cuenta ahora con dos años más para presentar un nuevo trabajo y optar a ser miembro de pleno derecho del selecto club de Magnum, que no alcanza el centenar de integrantes y funciona como una cooperativa.

Cristina de Middel se convierte así en la segunda fotógrafa española - junto al hispano-peruano Moisés Samán- en alistarse a las filas de la agencia después de la manchega Cristina García Rodero, que es miembro titular desde el año 2009. Precisamente, García Rodero alabó recientemente el trabajo de la alicantina en su visita a Alicante hace apenas unas semanas: "Es una mujer muy inteligente, que no para de imaginar y de crear, y sus temas son siempre interesantes", destacó.

Cristina de Middel sorprendió al mundo en 2012 con su proyecto Afronautas, un fotolibro que recreaba en imágenes la fallida misión de viajar a la Luna del gobierno de Zambia en los años 60, una historia que traspasó fronteras y le valió ser la primera española finalista al prestigioso premio Deutsche Börse. No lo ganó, pero desde entonces esta fotógrafa nacida en 1975 en Alicante ha desarrollado imaginativos proyectos fotográficos que bucean entre la realidad y la ficción con los que se ha ganado un puesto destacado en la fotografía española contemporánea. Hoy, apenas siete años después de Afronautas, la fotógrafa vive a medio camino entre México, Brasil y Alicante y viaja por todo el mundo desarrollando proyectos, comenzó el año fotografiando a los últimos premios Nobel de la Paz y hasta hace unos días, sus imágenes y cientos de dibujos se han podido ver en la exposición Preparados, listos, archivo en el edificio Tabacalera de Madrid.