Verano en un pueblo polvoriento en el Sur de Estados Unidos en los primeros 60. Una mañana aparece un cadáver flotando en el río y la vida de sus habitantes cambia por completo, sobre todo la de Johnny Ray, Roy y Webb, un grupo de amigos adolescentes que acabarán descubriendo que ese hecho les afecta más de lo que pensaban. Son los mimbres sobre los que se construye 'La balada de Johnny Cash', la nueva novela de Cristina Amanda Tur (CAT) que se mueve entre los relatos de amistad adolescente como 'Cuenta conmigo' y las películas del Oeste de John Wayne, con las canciones de Cash proporcionando el ambiente de caída y redención de la historia

Pregunta obligatoria: ¿Por qué Johnny Cash?

No iba a hablar de Maluma [Risas]... Surgió así. Cuando escribo siempre tengo música puesta y me apetecía escribir algo en lo que se reflejaran todas las referencias americanas que tengo y todas mis referencias culturales. Y fue una forma de atarlo todo, era lo que escuchaba mientras escribía y era lo que escuchaba el personaje principal también. Empecé por el título y no sabía muy bien lo que quería hacer ni tenía una estructura definida. Salió así.

'A todos los gatos les gusta el rhythm'n'blues', 'La canción del siciliano', 'La balada de Johnny Cash' ¿Se obliga a poner la música en el título?

Sale así por lo que te decía, porque siempre pongo música para escribir.

Hasta ahora todas sus novelas se desarrollaban en Ibiza. En esta todo es distinto...

Me apetecía escribir sobre otras cosas, de la misma forma que me apetecería en algún momento escribir ciencia ficción o fantasía con dragones... probar algo diferente. Así que salí de Ibiza y me fui a Estados Unidos...

¿Físicamente también?

No. Me inspiré en las cosas que leo, en las películas de John Wayne que veía con mi padre, en la música que escuchaba de pequeña. Las otras novelas tenían mis vivencias como periodista, y aquí también están pero de otra manera y junto a todas esas referencias culturales.

En las otras incluso usted era o parecía uno de los personajes principales, no sé si en esta también está en alguno o en varios...

Es imposible escribir sin meter algo tuyo, pero no hay ninguno que esté basado en mí. No hay como había en las otras una periodista que investigaba los casos, aquí me baso en otras cosas.

Habla de referencias culturales, la música es evidente. Aparecen Johnny Cash, Louis Armstrong, Bruce Springsteen, Buddy Holly... pero también están el asesinato de Kennedy, los conflictos raciales...

Son temas que siempre me han interesado y sobre los que he leído mucho. El asesinato de Kennedy es un episodio de la historia que me fascina... y todo eso ha ido apareciendo. Lo que sí es igual a otras de mis novelas es que hay hechos reales documentados mezclados con ficción.

En la novela hay algunos guiños a esos relatos de adolescentes, a 'Cuenta conmigo', o 'Los Goonies' o las novelas de Los 5...

De hecho cuando encuentran un cadáver los chicos dicen una frase que cogí de 'Cuenta conmigo'... La novela tiene muchos guiños que las personas que tengan unas referencias culturales similares a las mías entenderán. No solo a 'Cuenta conmigo', hay guiños claros a 'Matar a un ruiseñor', o a 'Christine' de Stephen King...

Mezcla esos relatos de adolescentes con el western o incluso con las series policiacas turbias, tipo 'True detective'...

Sí. El sheriff es John Wayne, el editor del periódico es de una película de John Wayne, hay algo de 'El hombre que mató a Liberty Valance'. Al principio tenía la idea de que fuera más western y se me fue hacia 'Cuenta conmigo'. Es lo que tiene hacerlo sin una estructura previa.

Lo que no falta es el relato policial, los crímenes...

Tenía que haber muertos y crímenes, tampoco iba a salirme tanto. En la próxima meteré algún dragón y así ya me salgo del todo.

En estos momentos, en el ámbito periodístico está escribiendo más sobre temas de naturaleza o de ciencia. ¿Ha pensado hacer una novela que vaya por ahí?

De hecho ya tengo una novela ambientada en Costa Rica. También es una novela negra, con crímenes, pero con un tinte ecologista. Transcurre en Tortuguero, donde estuve y me fascinó, y salen los manatíes y la protección de los canales, también hay vudú... Ahora escribo más sobre medio ambiente, por terapia, porque los sucesos queman mucho, y porque me siento mas útil.

¿Se siente quemada por los sucesos?

No puedo dejarlo y me sigue gustando muchísimo, y tengo pendientes algunos ensayos sobre crímenes, pero también necesito salir de ahí. Empecé a escribir ficción por terapia. Los sucesos son como son, no te los puedes inventar, no acaban como te gustaría y de hecho suelen acabar mal. Hablas de cosas reales que afectan a gente real... Y cuando escribes ficción lo solucionas como quieres. Creo que por eso mis novelas tienen que acabar bien. Es algo que en la vida real, como periodista de sucesos, no has podido solucionar.

Entonces le sigue picando el gusanillo de hacer periodismo de sucesos...

¿Volver a correr detrás de los policías? No. Me gusta más el análisis. Coger un crimen de hace años y analizarlo me interesa mucho más.

Aquí ya hemos tenido algunos sucesos de esos que marcan el inicio de temporada.

Aquí pasan algunas cosas que las cuentas en una novela y te dice el editor que es inverosímil. Algunas de las cosas que he escrito como periodista de sucesos las metes en una novela y no se las cree nadie.

¿Como por ejemplo?

Uf, no sé. Lo que sí te puedo decir es que con esta novela he disfrutado mucho, he podido volcar en ella muchas cosas que tenía dentro, todas las que me enseñó mi padre...

¿Es un homenaje a él?

En cierto modo sí. Hay muchas cosas que me enseñó. Creo que en casa he escuchado más la voz de Johnny Cash que la suya, que era un hombre de pocas palabras.

¿Disfruta más escribiendo novelas que ensayos?

Como escritora tengo más éxito escribiendo sobre un suceso, que me lleva muchísimo trabajo de investigación y de documentación, pero es mucho más divertido escribir una novela.

¿Y lo próximo es una novela o un ensayo?

La próxima es la que te hablaba ambientada en Costa Rica, que está acabada aunque le tengo que dar una vuelta, luego tengo una novela empezada que va de superhéroes, un experimento, sobre un músico de blues que adquiere poderes. Y estoy documentándome para escribir un ensayo sobre el asesinato de Ingeborg Schaefer en Dalt Vila. Héctor Escandell va a hacer un documental sobre el caso y me he animado para hacer un ensayo, de la serie del crimen de Benimussa y el crimen del minusválido. Es un tema sobre el que ya he escrito, pero que se puede desarrollar mucho más.