¿Por qué Ibiza?

Ambientar un libro en un lugar que no conoces te obliga a estudiar. Ibiza nos gustaba porque es preciosa y nos llamaba la atención el pasado cartaginés que comparte con Cartagena. Que hubiera tantas nacionalidades nos daba mucho juego para las tramas.

La conocen bien, ¿no?

Un guardia civil que vivió allí nos ha ayudado, igual que una amiga de mi hermana que vive ahí. También la visitamos, claro. Cuando lo hacemos hablamos mucho con la gente, intentamos captar su esencia.

La novela romántica se asocia, de forma un tanto despectiva, a las mujeres. ¿Por qué?

La novela romántica se ha usado para aleccionar a las mujeres. Se utilizó mucho en el franquismo. Publicaban novelas accesibles económica e intelectualmente para ellas que valoraban la modestia, el recato... Siempre había una mujer más empoderada, pero acababa mal. Eso hace daño a la novela romántica. Sigue pesando. '50 sombras de Grey', 'After' o 'Crepúsculo' se basan en ese modelo de mujer recatada que con amor redime al héroe. Hoy la novela romántica es un espacio en el que podemos expresarnos, decir qué queremos y cómo es nuestra vida. Hay personajes femeninos con mucha fuerza, que no se conforman.

Su protagonista no es una treintañera, tiene ya los 40.

Queríamos una mujer de 40 años. Hay muchas novelas de veinteañeras o treintañeras, pero tengo 40 y me apetece escribir sobre lo que me pasa. Parece que las historias sexuales y de amor sólo son para los jóvenes, que a cierta edad el sexo y el amor mueren. Yo estoy casada y con dos hijos, pero tengo amigas trabajadoras, con carrera, que no tienen una pareja estable ni hijos, que ni piensan tenerlos o que se lo plantean in extremis. Hay muchas mujeres así.

¿Somos nosotras o la sociedad?

Una mezcla de todo. Es una decisión que vas dejando porque siempre interfiere. Además, perdura la idea del amor romántico, de que llegará. Pero no llega o llega tarde.

Cuanto más mayor te haces...

...tienes más claro que tonterías las justas. Cuando creces con una persona os vais haciendo la una a la otra, pero creces, tienes claro qué quieres y es difícil encajar todo.

Dice que la novela romántica empodera a las mujeres. ¿Por qué?

Porque en ella las mujeres explican cómo es su vida, cómo le gustaría que fuera, los modelos masculinos que no quieren... En 'Soy Rose Black' hablo de la maternidad a través de Xesca. No es una maternidad idealizada e irá a peor. De ella te puedes quejar con tus amigas y no en voz alta. Siempre se habla de lo maravillosa que es, pero es dura. Hasta hace poco no había novelas sobre maternidad, sólo libros de autoayuda. Las mujeres vamos poniendo temas sobre la mesa. Las realidades masculinas están sobredimensionadas en la literatura. La guerra, el honor... Hemos leído sobre ellos cientos de veces, pero temas que nos atañen a nosotras, como la menopausia o la maternidad o nuestras frustraciones, no se han tratado.

Hay otra novela romántica.

Sí, la que representa una fantasía erótico sentimental, el guerrero que viene a salvarte, novelas en las que la chica cede. Responden a un esquema mucho más profundo y más difícil de desarraigar. Muchas lectoras leen a una misma autora o el mismo tipo de historia una y otra vez porque están reviviendo esa fantasía que está dentro de ellas. No es que sea mala, es para mujeres formadas.

¿Perdón?

La saga 'After', por ejemplo, no la veo adecuada para adolescentes, no es un buen modelo. La educación de chicos jóvenes viene por la pornografía y no la regulamos. Son fantasías llevadas al extremo y los chavales no saben discernir que eso es una fantasía. Con la lectura debemos tener el mismo cuidado. Leer un libro no tiene por qué ser bueno per se.

Eso de que lean sea lo que sea...

No estoy de acuerdo. Puedes leer lo que sea cuando eres una persona formada. Somos lectores diferentes en diferentes momentos. A mí a veces me apetece una lectura de evasión, ahí entraría 'Rose Black', y en otros momentos me apetece que me cuenten cosas, sentir algo diferente o profundizar en temas. Pero hablando de personas jóvenes hay que tener cuidado. Los libros no tienen por qué ser inofensivos.

No deben serlo, ¿no?

Libros que cambien tu esquema de valores hay muy pocos.

¿Cómo escriben a cuatro manos?

Empezamos nuestra relación sentimental casi a la vez que la literaria y llevamos más de 20 años escribiendo juntos. Estábamos estudiando en Valencia, David me contó que tenía una novela en mente y de una forma muy natural le dije lo que cambiaría y lo que haría. Establecimos un esquema de trabajo. Hay que hablar mucho, tener muy claro lo que queremos contar y nos repartimos las tramas y los personajes. Hay que revisar muchísimo. Y discutir.

¿Por qué han discutido en 'Rose Black'?

Cada vez discutimos menos. Aprendes a negociar. Las personas tenemos mucho ego, pensamos que siempre tenemos razón, pero al escribir a cuatro manos debes renunciar a ese ego y aceptar lo que te dice el otro, que la mayor parte de las veces tiene razón.

David se ha quedado fuera de la semanas de las escritoras.

Le ha dado pena no poder venir a hablar del libro. Él se queda con los niños.

En el libro sale un taxi pirata, no me diga que sufrieron uno.

No, para nada. Lo de los taxis piratas sucede en muchas ciudades. Ese personaje es un buscavidas, se mueve en los límites de todo. No es un modelo a seguir. Espero que el gremio de taxistas no se me enfade.