El vino y la cocina de Formentera estarán presentes en la nueva edición de la Cumbre Internacional Madrid Fusión, que se convierte desde mañana lunes y hasta el miércoles en la capital mundial de la gastronomía. Entre la participación de ponentes internacionales procedentes de todo el mundo y la presencia de reconocidos chefs nacionales, con el regreso de Ferran Adrià, y extranjeros, la cita resulta más que prometedora.

La conselleria de Turismo de Formentera ha decidido estar presente en esta cumbre para respaldar el trabajo que se realiza desde el sector local de la isla y hacer visibles sus productos como el vino y el aceite. Una oportunidad también para demostrar la calidad de los platos que marcan la identidad de esta isla y de su dieta mediterránea, con una buena representación de la cocina autóctona.

En el caso de los vinos Formentera, se ha avanzado mucho en los últimos años gracias a la apuesta de dos bodegas. Una de ellas es Terramoll, de la Mola, que en la pasada vendimia de 2018 recolectó 33.000 kilos de uva, lo que se ha traducido en unas 22.000 botellas de distintas variedades de blanco, rosado y tinto que se producen íntegramente en esta zona privilegiada de la isla. Una pequeña gran producción teniendo en cuenta las reducidas dimensiones de Formentera.

Esta marca será la encargada de ofrecer sus cinco referencias: dos de blanco, Savina y Lliri Blanc; una de rosado, Rosa de Mar, y dos de tinto: es Virot y es Monestir, durante los tres días que dura la cita. Estos vinos acompañarán los show cooking y muestras culinarias de seis restaurantes locales: Vogamarí, Pinatar, es Molí de Sal, Casbah, Can Pascual y Capri, que representarán a la gastronomía de Formentera. Eso sin olvidar el aceite de Ca na Platera, llamado a convertirse en otro producto estrella surgido de la tierra.

El enólogo y director de explotación de la bodega Terramoll, José Abalde, explicó que para ellos es especialmente importante acudir a esta cita, acompañando a la gastronomía local, «para hacer contactos con distribuidores de Madrid». Señaló que tienen buenas expectativas y que el objetivo de Terramoll es no solo estar presente en el mercado balear y catalán, sino que también buscan llegar a distribuir en Madrid.

Abalde se mostró muy satisfecho con los resultados de la cosecha de 2018: «En cuanto a producción hemos aumentado bastante respecto a 2017 y en calidad también. La uva está muy sana y el resultado ha sido bueno».

Al mismo tiempo, quiso contextualizar la explotación vitícola que dirige para destacar que ponen el acento en recuperar las cepas locales, de pie franco, con un proyecto a medio plazo.

Abalde avanzó que para la cosecha de este año, Terramoll tendrá la calificación de explotación ecológica, lo que será un valor añadido a un vino que ha contribuido a poner el nombre de Formentera en el mercado y que mantiene su proyecto original.

De la misma forma, todas las marcas que se presentan en este Madrid Fusión llevan el sello de Formentera para dar visibilidad a la cultura gastronómica local.