El Mercat de Forada celebró ayer su último gran evento del año con la tercera edición del Alliolis Festival, con un nuevo éxito de participación a pesar de que ayer coincidieron numerosas fiestas populares repartidas por toda la isla, además de incontables comidas de empresas. Pero el popular mercado de producto local y artesanal de los sábados mostró de nuevo el éxito de convocatoria que consigue con los tres festivales que celebra a lo largo del año, cuando la quincena de puestos participantes se amplía hasta la treintena, sobre todo por la oferta gastronómica.

Los morteros, el ajo, el aceite de oliva y la sal se convirtieron en la sencilla receta para organizar una fiesta en homenaje a la popular salsa. También con estos elementos el Mercat de Forada cumple con su filosofía de respeto por la elaboración local y artesana, ya que todos ellos parten de la producción local.

También los huevos ecológicos a los que recurrieron los seis participantes en la modalidad 'chof' de la competición, en la que pueden añadir un cuarto producto a la salsa. Otros cinco concursantes midieron su destreza en el apartado 'Pro', en la que deben limitarse al allioli tradicional, solo con aceite, ajo y sal y la suficiente pericia para que no se les corte la emulsión.

Gana un novato

Los competidores contaron con una hora para elaborar su allioli, tiempo suficiente para empezar uno nuevo en caso de que la salsa se corte y les fastidie la receta. A Abel Sempere le bastaron 25 minutos para la preparación que resultó ganadora en el apartado 'chof' por segundo año consecutivo. Pero él no se considera un experto, ni de lejos. «La verdad es que he hecho muy pocos alliolis y siempre ha sido con una batidora», admite entre risas este valenciano.

Aún fue más sorprendente el caso del vencedor en la competición de allioli 'pro', Jordi Anur, ya que era la primera vez en su vida que preparaba uno.