¿Qué es lo que le ha motivado a volver al mundo de la música después de siete años?

Tengo una productora audiovisual y hago documentales de la vida de las personas para dejarlos en herencia a su descendencia. Trabajo con gente mayor, entonces me falta el equilibrio, que es trabajar con gente joven. Por ese motivo he vuelto a la música. Además, me apetece mucho volver a subirme a los escenarios y no puedo renegar de mi parte creativa como artista.

¿Cómo nació el disco 'Loca', que presenta mañana?

Tuve la oportunidad de coincidir con un productor mallorquín que se llama Daniel Ambrojo y le dije que quería que me hiciera una canción. Me la compuso en dos días. La grabé a la semana en Palma y luego la presenté a varias compañías discográficas. Finalmente el single lo saca el sello Music Hit Factory. Todo ha sido muy rápido. Desde el momento en que decidí volver hasta hoy han pasado tres meses. El disco sale en todas las plataformas digitales y en mi canal de YouTube 'Selena Leo oficial'.

¿A qué suena este sencillo?

Es una mezcla entre reguetón y pop latino. He querido ser un poco feminista tanto en el mensaje del videoclip como en la manera de expresar la sensualidad abierta, en el sentido de que creo que las mujeres nos podemos sentir sexys sin tener que sufrir el acoso de los hombres.

El reguetón precisamente tiene poco de feminista.

Sí, este tipo de música desvaloriza a las mujeres y nos hace sentir un poco como objetos, pero podría decir que yo lo que he hecho es un poco reguetón feminista.

¿Qué cuenta el videoclip?

Yo interpreto a una profesora que enseña a las niñas a tener amor propio, a saber poner sus condiciones y a ser mujeres que se hacen valer. La contraparte la representa el protagonista masculino, que enseña a los chicos a ser depredadores.

¿Lo rodó en Ibiza?

No, lo he grabado en Castellón, allí tengo mis raíces. Me fui de allí muy jovencita. En Castellón conozco a profesionales maravillosos, de hecho en el videoclip sale mucha gente joven y la mayoría son hijas de amigas mías. Quiero dar cobertura a la gente nueva en mi videoclip. En él han participado amigos míos, escuelas de baile y las influencers Balma y María Querol. Ha sido un videoclip familiar de estar por casa.

¿Qué espera de 'Loca? ¿Cree que podría llegar a ser un éxito como 'Yo quiero bailar'?

Lo deseo, pero lo principal para mí es que la gente lo baile y se divierta. La música ahora es súper pasajera, con que se quede en tu casa un mes ya me sirve. Como he sido bailarina muchos años, he hecho un pequeño llamamiento a las escuelas de danza, a los bailarines e incluso a los animadores para que utilicen la canción aplicando sobre ella cualquier estilo de baile que deseen.

Con 25 años llegó Sonia y Selena. ¿Cómo nació?

Nosotras fuimos un producto creado por la industria musical. Nos juntaron en la grabación del disco. Fuimos un matrimonio de conveniencia.

¿Esperaban el bombazo de 'Yo quiero bailar'?

No, para nada. De hecho fue duro asimilar toda esa fama. Pasamos de ser prácticamente desconocidas a no poder ir solas por la calle. Nos seguían masas de gente. Es a lo único que he sido un poco reacia, a la fama, porque no entendía la locura desmesurada y a lo que puede llegar un fan por tener acceso a ti.

¿A qué achaca aquel éxito?

No sé, fuimos muy transgresoras para la época. Además, nuestras canciones las ponían en 'Gran Hermano' doscientas veces al día y se escuchaban en todas las radios, entonces machacábamos mentalmente a todo el mundo.

¿Echa de menos algo de aquella época?

La tersura de mi piel (ríe).

¿Volvería a resucitar 'Sonia y Selena'?

Definitivamente no. Este grupo fue un eslabón de la cadena, pero mi carrera tiene muchísima más consistencia que ese momento y, al fin y al cabo, nosotras no nos llevábamos muy bien porque cada una tenía un objetivo, un estilo y una manera de desarrollar las cosas. Creo que ella para mí y yo para ella éramos un freno para nuestras carreras. Cada una iba en una dirección y tenía una trayectoria. Yo le tengo mucho cariño, pero profesionalmente somos incompatibles. Cuando en 2011 nos volvimos a juntar limamos las asperezas que teníamos cuando éramos más jóvenes.