Joaquín Ciáurriz (Pamplona, 1959) tras organizar junto al Ateneo Navarra el homenaje 'Baroja bihotzean' ('Baroja en el corazón'), decidió fundar IPSO Ediciones y embarcarse en su primera publicación: 'Baroja & Yo'.

Una nómina de autores, docentes o lectores cualificados —en la que sorprende la diversidad de tendencias—, trazan un mapa sentimental del mundo de Baroja; encontramos a Andrés Trapiello, a Soledad Puértolas y a Ascensión Rivas — arremetiendo contra el tópico de misógino—Jon Juaristi, Bernardo Atxaga —analizando el uso del euskera en la obra de Baroja y en edición bilingüe—, Luis Antonio de Villena —que recupera al misántropo, al hombre malo de Itzea—, Eduardo Laporte, el Premio Cervantes Eduardo Mendoza, Amparo Hurtado, etc. Cada autor invitado, a partir de su respectiva experiencia personal (en clave autobiográfica), relata su admiración por el novelista, el recuerdo de sus primeras lecturas, su identificación con el sentimiento barojiano —si es que lo tiene— y realiza un breve ensayo sobre su obra favorita, su técnica literaria o la vigencia de Pío Baroja y su obra.

La colección 'Baroja & Yo' intenta desmontar algunos tópicos que siempre han enturbiado la vida de Baroja; se le acusó de misógino, de no valorar lo suficiente la faceta artística de su hermana Carmen, de haber sido favorable al régimen franquista o de ser 'anti vasco'.

El editor, Joaquín Ciáurriz, afirma que su fin último es que la gente lea a Baroja: «Si contribuyo a eso, ya me vale».

Reaparece con este ensayo la escritora Amparo Hurtado, biógrafa de Carmen Baroja y Nessi (1883-1950) y editora de sus memorias 'Recuerdos de una mujer de la generación del 98'. Su relato autobiográfico sobre la búsqueda del manuscrito en Itzea, sus estudios críticos, siempre contrastados y originales, sobre las relaciones de Carmen Baroja con sus hermanos Pío y Ricardo y con sus hermanas del Lyceum Club Femenino de Madrid, componen este ensayo imprescindible para conocer la historia de esa mujer pionera y de las otras impulsoras del movimiento feminista.

Hace exactamente diez años que nos ofrecía una entrevista en la que se anticipaba a la presente necesidad de volver a leer a Baroja, cuando en las páginas del Diario de Ibiza afirmaba que: «En la generación del 98 hubo mujeres», refiriéndose con esas palabras a Carmen Baroja y Nessi, hermana de Pío Baroja.

A través de dichas páginas fuimos, sin saberlo, unos lectores privilegiados, ya que Amparo Hurtado (pariente apócrifa de Andrés Hurtado), nos avanzaba algunas reflexiones en las que ahonda, con su sentida sensibilidad, en el ensayo 'Hermana querida' (Arreba maitea) de la colección 'Baroja & Yo'.

Sintámonos, pues, invitados a leer o a releer a Baroja y, cómo no, a Amparo Hurtado. Es inevitable recordar cómo, al preguntarle si ya conocía Ibiza, respondió que sí, que había estado a finales de los años sesenta y que fue entonces cuando las vio, por primera vez:

«Las joyas tradicionales ibicencas tienen una belleza arcaica,/fascinante, mágica./Te pones un juego de esos pendientes y parece que,/si sabes escuchar atentamente,/captarás los secretos de las mujeres/ibicencas de hace siglos».