La finca de Can Pere Mussona, en Santa Eulària, celebró ayer la jornada festiva organizada por la Federació pitiüsa de races autòctones (Fepira) para recaudar fondos y dar a conocer su trabajo de recuperación y conservación del patrimonio genético.

Con los beneficios del festival, la entidad tiene el objetivo de adquirir una incubadora para el programa de cría de gallina ibicenca y, «si se obtiene suficiente dinero, material para la extracción de semen de ovejas y cabras», según explicó la veterinaria de Fepira, Sara Vergés.

La finca de Can Pere Mussona es uno de los principales centros de recuperación de las razas autóctona, sobre todo del porc negre, que ya se daba prácticamente por extinguido y del que sólo quedaba una pareja en Formentera. En el camino de acceso a esta finca, un estand de Fepira servía para la venta de entradas a la feria y para divulgar información de las distintas asociaciones de criadores.

En estos momentos, el Ministerio de Agricultura tiene reconocidas como razas autóctonas ibicencas la gallina, la oveja y la cabra. La Fepira incluye además a las asociaciones de criadores de porc negre y de conejo ibicenco, que de momento figuran como agrupaciones raciales y están recabando la documentación que les permita la declaración de raza autóctona.

«Hay que demostrar que hace más de cien años que el conejo ibicenco se encuentra en la isla y es difícil, porque sólo hemos encontrado documentación a partir de los setenta», explicaba Maite González, bióloga de la asociación de criadores de conejo ibicenco. «La gente debería apostar por esta raza porque, aunque en principio es menos productiva, es mucho más resistente a las enfermedades y al final es más ventajosa», destacaba.

González también se encargaba de un espacio divulgativo del festival impartido bajo una cúpula geodésica, con un taller para los más pequeños en el que conocían las razas autóctonas elaborando máscaras o puntos de lectura de los distintos animales.

Junto a este espacio, los pequeños también se sorprendían con los ejemplares de la granja de Can Pere Mussona, sobre todo con los paseos en poni o con las tres alpacas que conviven con las ovejas para protegerlas de los ataques de perros.

Los asistentes a la feria también pudieron degustar las delicias elaboradas con razas autóctonas de cordero, pollo o porc negre de la misma finca de Can Pere Mussona, al igual que los vegetales servidos en el menú preparado por Luciano di Clemente, chef del catering Deep Roots. «Preparo raciones para doscientas personas, pero tengo material para cocinar más si nos quedamos cortos», explicaba en la cocina.

La feria se completaba con un mercado, en el que se encontraba desde artesanía a productos novedosos elaborados en fincas del norte de la isla, como las salsas picantes de Chili Co o la espirulina fresca.