¿Beatriz o BJones?

Bea. La Bea auténtica está con medio moño en pijama en su casa, que es lo que más le gusta del mundo. Al final soy yo. Todos tenemos dos caras: una en el trabajo y otra en casa.

¿Por qué hay pocas mujeres dj

Es una profesión a la que la mujer se ha incorporado tarde. Hay menos policías, menos bomberas y menos dj. No sé por qué. No es una profesión de fuerza, es arte ¡y más arte que tiene una mujer! Cada vez hay más, sobre todo en la sección seria.

¿Sección seria?

Hay una parte de mujeres dj que están en esto por la música, aspiran a estar en buenos clubes y firmar con los mejores sellos, que se meten en el estudio e investigan. Pero otras ofrecen un espectáculo al que le han dado toques de dj. Esto es igual de respetable, pero confunde. A veces me han querido contratar y al ver el tipo de espectáculo que estaban montando les explicas que vas a ir normal vestida, a pinchar. Confunden espectáculo con hacer de dj,para lo que da igual ser hombre o mujer.

¿De una mujer pinchando se espera algo diferente que de un hombre pinchando?

No. Lo único que se espera es que pongas buena música y que la gente esté contenta. Con tantos miles de personas, los que están, al final, no ven si eres hombre, mujer o hay un perro en la cabina. La profesión en la isla es algo muy serio porque es la cuna de la electrónica. En otros sitios, como en pueblecitos, sí quieren que hagas más espectáculo. No me exigen nada diferente a un hombre.

Mucha gente asocia mujer dj

Paris Hilton mujer sí es, pero dj... No sabe pinchar, yo he visto cómo le daba al play. Es una persona famosa y da espectáculo y ese rollo. No tiene nada que ver con esto.

¿Hay quien se sorprende al ver a una mujer en la cabina?

Me encanta mirar a la gente, cuando acabo saludo a las primeras filas y me tratan como si fuera un chico. En Hï, por ejemplo, la gente está como loca cuando me pongo yo y también cuando se pone Hardwell. Bueno, con él más porque es más famoso. En Taiwán me dijeron que había muy pocas mujeres dj y que en esa ciudad no habían visto ninguna.

Dice que nunca se ha sentido discriminada por ser mujer en esta profesión. ¿De verdad?

Al revés, me tratan genial y con respeto. Me he sentido discriminada u ofendida muchas veces, como todas las mujeres, pero en esta profesión no. Una vez un hombre me quiso acosar, pero eso no es discriminación, es que cerdos hay en todos lados. Era un 31 de diciembre, estaba en la habitación del hotel y ese hombre, que era el promotor, estaba aporreando la puerta. Pero esto me ha pasado también trabajando en Eivissa.

¿Cómo fue?

Mi primer trabajo aquí fue como camarera de pisos. Limpiando una habitación en s'Argamassa Palace un americano intentó meterme mano. No va con la profesión, es que con cerdos te encuentras en todos lados.

¿Trabajó de camarera de pisos?

Sí. Y de camarera y recogiendo aceituna y de promotora y haciendo encuestas... He hecho de todo y he acabado dedicándome a lo que soñaba de pequeña.

¿Lo veía imposible?

Sí, y más siendo madre. Mi mayor preocupación era llegar a fin de mes.

¿En qué momento pasa de pensar que es imposible a hacerlo?

En un momento de crisis total. Estaba con una depresión... Y un frío en Madrid... Era 7 de diciembre, mi cumpleaños, y no quería ni coger el teléfono. Llevaba un montón de años trabajando y cuidando de mi hija más sola que la una porque mi familia estaba en Jaén. No sé qué pasó, pero dije: «Voy a hacerlo». Esa noche hablé con Javi Coello, un dj de Madrid, que me dijo que nos poníamos con ello. Y así fue.

Imagino que le dirían algo.

Me decían que estaba loca, pero ya me había ido a Madrid con una bebé de seis meses, sin conocer a nadie y con poco dinero. Ya me habían dicho que estaba loca y había salido adelante. Que digan lo que quieran, es mi vida. Cuando crees en una cosa, sale.

¿La vida de dj

Como me gusta tanto, no. Viajo mucho, sí, pero no viajo en jet como los grandes. Voy en turista, apretada, pero como ahora ya no tenemos que llevar casi nada, sólo los cascos y la música en pendrive, no pasa nada. El verano pasado trabajé cuatro sábados en Seúl y el domingo a las cinco estaba en Ushuaïa. Llegaba a Seúl, pinchaba, un coche me esperaba para ir al aeropuerto y luego,16 horas de camino parando en Ámsterdam. Me preguntaban que cómo podía y yo tan feliz. Encantada.

¿Ha visto cambios en la isla?

Vine hace 19 años y entonces no estaba en este mundo. No me gusta la fiesta. Si no trabajo, no salgo. Éste era un sitio al que la gente rica venía a ser normal, mezclarse y vivir la esencia de la isla. Ahora la gente rica viene a demostrar lo rica que es. Hay demasiados reservados y sitios de lujo.

¿Sigue siendo el templo de la electrónica?

Sí, no ha perdido nada. En cualquier parte del mundo hablas de Eivissa y piensan en música electrónica. Se está adaptando a las modas. Antes no teníamos fiestas de música comercial, de reguetón... A mí no me interesa, porque un dj de reguetón quita un dj de electrónica, pero si a la gente le gusta... Millones de personas no pueden estar equivocadas. La fiesta, la noche y la música son para que la gente se divierta y se evada de sus problemas, si alguien lo consigue con el reguetón, perfecto.

¿Cómo ve este año? ¿También está siendo raro en las pistas?

No veo ningún cambio y Hï y Ushuaïa están llenos. Los domingos no cabe un alfiler en Hï. Vivo más la isla de invierno que la de verano. Trabajo y, si puedo, me escapo un par de horas a la playa, recojo a mi hija Chiara de las clases y hago cosas en casa.

No me diga que las dj

No sé las otras, pero yo no tengo a nadie que me lo pase.

Tiene a una hija adolescente, ¿es la isla un buen lugar para criarla?

Sí, no creo que haya que tener más cuidado aquí que en otro lado. Es importante la educación que le des en casa. En cualquier pueblo hay drogas, quizás más que aquí porque hay menos cosas que hacer. Me parece un sitio excelente para criar a los hijos, por la libertad que se respira y la mezcla de culturas.

¿La noche engaña?

Como la vida misma. En la noche te encuentras lo mismo que te cruzas por la mañana. ¿Drogas? Sí, las hay. Y en una oficina por la mañana también. ¿Que hay más? Sí, porque la gente sale de fiesta y a divertirse.

¿Hay que estar más alerta?

No tomo drogas. He tenido parejas que lo hacían y lo he respetado. Que cada uno haga lo que quiera. De chica las probé y gracias a dios no me gustaron. No son una tentación.

Ahora hace de telonera. ¿Su sueño es que le hagan de teloneros?

Hardwell no me hará el warmup jamás. Mi sueño casi se ha cumplido. Los carteles de Hï ponen mi nombre igual de grande que el suyo. Y salgo a una hora en la que la sala está llenísima. Tengo teloneros cuando voy de invitada. Mi sueño es llegar a más.

¿Cómo se siente en la cabina?

Muy feliz. Miras a la gente y ves que con tus decisiones, tu música y tus mezclas les estás creando sentimientos, haciendo que se diviertan. Eso me llena de energía. Estoy feliz. Si no tengo un buen día, entrar en la cabina me alegra, ahí me olvido de todo.

¿Cuánto hay de preparación y de improvisación en una sesión?

Preparación cero. Intenté preparar una sesión de Líbano, de Tomorrowland, porque tienes una hora y punto. Y al final puse lo que sentí en el momento. Soy de mirar a la gente. Si se mueven con esto, sigo por ahí; si es gente más mayor y necesita vocales de temas antiguos llevados a la electrónica, pues voy por ahí. La gente, con las caras, te lo dice todo. Lo mío es improvisación 100%, pero con mucho trabajo previo. Escucho y compro mucha música y la tengo muy organizada en carpetas.

¿Qué escucha en el coche?

Pongo la radio, ahí escucho lo que está de moda, lo que está escuchando la gente y eso me ayuda.

¿Cómo es su invierno?

Trabajo mucho fuera de España. Este invierno ha sido movido. Estuve un mes en Asia, luego en México, Miami, Orlando... Hago viajes más largos. Ahora ya tengo Pacha Macao para el 30 de septiembre y Omán el 30 de noviembre. Voy ligando pequeños y grandes tours. ¡Me voy al verano! Abrigos, en el armario, tengo los justitos.

¿Le da tiempo a hacer turismo?

A veces. Mi ilusión es pinchar y a veces no tengo tiempo de ver nada, sólo quiero dormir. Estuve un mes en Asia y vi muchas cosas, pero no siempre puedo.

Su hija le dice que quiere ser dj

¡Qué feliz sería! Pero creo que no quiere. Es muy creativa, muy artista. Pero dj... Tengo el equipo en mi habitación y no le hace mucho caso.

¿Dónde se ve en el futuro?

No quiero hacer otra cosa. Los dj hombres están pinchando con 50 y tantos. ¿Por qué yo no? Me gustaría verme lo más arriba posible. También quiero crear una agencia y ayudar a otros dj, a otras mujeres.

¿Y el jet

También me lo planteo, pero decirlo queda un poco... ¡Que vengo de limpiar habitaciones!

Cuando escucha a las kellys, ¿qué se le pasa por la cabeza?

Es un trabajo muy duro. Hay días que se marchan todos a la vez y no hay 50 camareras más. Era duro, pero tenía buen sueldo, buen trato y buenas condiciones. Y estaba contratada directamente, no con una subcontrata. Es muy duro y, como lo sé, cuando viajo dejo la habitación del hotel mejor que mi casa. Y si estoy dos días le digo a la chica que no me limpie.