Pese a que solo el guitarrista Al Anderson sobrevive a los Wailers que acompañaron a Bob Marley en la plaza de toros de Vila en 1978 en The Original Wailers, la banda cerró ayer el festival Sueños de Libertad en un homenaje a aquel concierto. La tercera jornada del encuentro comenzó por la mañana, con los conciertos de cinco grupos ibicencos en el paseo de Vara de Rey y por la tarde volvió a su nuevo emplazamiento en el muelle comercial.

La sesión vespertina se abrió con Sweet Barrio y la gaditana Carmen Boza, de regreso al festival tras su participación en acústico el año pasado.

Otro que regresó fue Fantastic Negrito, que había dejado un gran sabor de boca en la edición anterior. Le siguió Vurro, con su rock iconoclasta antes de los primeros cabezas de cartel de la noche, los cubanos Orishas y su hip hop trufado con la música de la isla caribeña. Antes de The Original Wailers aún hubo espacio para el rock pantanoso de Guadalupe Plata, que dieron paso a los descendientes de aquella banda de Marley para poner punto y final a la cuarta edición de Sueños de Libertad.