La emoción en las gradas es palpable. El público lanza gritos de ánimo y abucheos hacia los cuatro caballeros que se disputan en la arena del parque Reina Sofía el Gran Torneo de la isla de Ibiza. Más de doscientas personas siguen en tensión el espectáculo de Drakonia como si de una película de acción se tratara, pero, en este caso, en vivo y en directo.

En la trama de esta representación, que está llena de giros argumentales, se suceden en algo más de cuarenta y cinco minutos carreras a caballo a gran velocidad, caídas al galope, lanzas que se rompen y combates a pie de gran realismo.

Hay dos bandos. El de 'los buenos', con el que los asistentes se identifican en su mayoría, que está compuesto por Roger de Eivissa y Ramon de Maó, que defienden conjuntamente la bandera pitiusa. Los 'malos malísimos' son el mercenario Argail de Rocabruna y el «terrible» Vladimir, que representan al condado de Empúries. En medio de todos ellos, una mujer ejerciendo de jueza del torneo, Isabel.

Entre el público, hay quien repite, como Segundo Garrido, que ya estuvo el viernes y quiere ver esta vez el torneo medieval completo. Le llama la atención sobre todo observar en plena acción a los caballos, animales a los que tiene especial cariño.

Mayores y pequeños siguen con atención primero las pruebas de habilidades y luego las justas, que terminan con combates a pie. Los caballeros, protegidos por sus armaduras y escudos, emplean espadas, lanzas, y hachas, entre otras armas. El juego sucio de Vladimir y Argail indigna a los seguidores de Roger y Ramon, que son jaleados con vítores y aplausos. Los defensores de la bandera de Empúries saltan la barrera en un par de ocasiones para imprecar a los residentes y turistas que con fervor apoyan a los caballeros de Balears.

Hay tensión hasta el último minuto, en el que se desvela por fin quién es el ganador del torneo y merecedor de una espada legendaria que custodia sobre un estrado de madera la jueza.

Hoy será la última oportunidad para asistir a los torneos medievales, organizados en el parque Reina Sofía a las 11.30 y a las 18.30 horas por Drakonia. Es la primera vez que esta compañía de teatro gerundense, dirigida por Mireia Blasco y Cesc Martinell, participa en Eivissa Medieval. Para la ocasión han viajado a la isla ocho actores-especialistas y cinco caballos.

'Softcombat' y juegos de mesa

Mientras en el parque Reina Sofía los visitantes siguen con atención las justas medievales, en el corazón de Dalt Vila, en el baluarte de Santa Tecla, dos jóvenes adolescentes se enfrentan en un duelo más inofensivo. Uno de ellos va vestido de caballero, el otro de calle, ambos portan dos espadas hechas con fibra de vidrio y acolchadas con esterillas de yoga. Están practicando softcombat, un deporte últimamente muy popular en el que el objetivo de cada combatiente es infligir a su oponente el mayor número de impactos posibles. Para evitar lesiones los participantes utilizan cascos y protecciones en rodillas y manos. Ésta es una de las actividades que más éxito tiene entre todas las que ofrece a los visitantes Dracs d'Eivissa. Como explica su presidente, Álex Sastre, esta asociación de ocio alternativo se estrena este año en Eivissa Medieval. «Está yendo sorprendentemente bien», asegura Sastre, que no esperaba tanta afluencia de público al estar la mayoría de actividades ubicadas detrás de la catedral.

En el baluarte de Santa Tecla tienen juegos de mesa tan conocidos como el ajedrez y las damas y otros no tan populares como el alquerque, que tiene sus orígenes en el Antiguo Egipto, o el brandubh, «una versión simplificada del ajedrez de los vikingos». También hay juegos sociales de rol oculto para grupos grandes.

« The winter is coming», bromea parafraseando el famoso eslogan de 'Juego de tronos' uno de los chicos que se ha animado a acercarse hasta el baluarte de Santa Tecla, a pesar de que la tercera jornada de la feria Eivissa Medieval ha empezado con algo de frío, aire y cielo cubierto. Precisamente el trono de hierro de la archiconocida serie de HBO es la imagen que la mayoría de los visitantes escoge para su fotografía en el croma que Dracs d'Eivissa tiene instalado junto a la catedral.

Museos y artesanía

Aprovechando la visita al mercado medieval, algunos se deciden también a visitar los museos de Dalt Vila. El Museu d'Art Contemporani, el Museu Puget y el Centre d'Interpretació Madina Yabisa tienen este fin de semana un horario especial y abren sus puertas también por las tarde hasta las 20 horas. La exposición 'En temps de Felip II', organizada por el Arxiu Històric d'Eivissa en el refectorio del antiguo convento de los Dominicos, atrae la atención de decenas de visitantes, sobre todo turistas, a pesar de que el material expuesto sólo está en catalán. Hay fotografías de distintos rincones de Eivissa y paneles informativos donde se explica la historia de la construcción de las murallas renacentistas de Vila.

Muchos optan por subir a Dalt Vila en autobús y bajar a pie para recorrer todos los puestos hasta la calle Antoni Palau, donde están los talleres de artesanía local. Allí está María Riera, enfrascada en la confección de un sombrero típico ibicenco, trenzando el palmito. En frente, Pere Marí muestra a unas clientas las castanyoles, tambors y flaütes que hace con sus manos.