El impulsor del proyecto Weloveibiza Art-Car, Christian Sarnelli, se despertó hace unos días con una mala noticia. Uno de los vehículos que reciclan, convierten en arte y vuelven a la vida en alquiler había sido el objeto pasivo de un accidente. Un coche que circulaba por la carretera de Santa Eulària se salió de su carril, cruzó la vía y fue a estamparse contra ´Pelotita´, un Peugeot 205 del año 95 que había sido pintado por el artista Lauro Samblás, que estaba aparcado. Lo arrastró 20 metros hasta golpear con la pared de un jardín, lo dejó con un lateral completamente hundido y el conductor huyó del lugar.

«Como me conoce mucha gente, desde primera hora empecé a recibir llamadas y fotos por las redes sociales -explica Sarnelli-. Me decían que el coche había quedado destrozado, que ya era solo chatarra, pero yo no veía basura, seguía viendo arte en él».

Unos contactos le llevaron a otros y unas ideas fueron tirando de otras y decidió darle al coche una última misión artística. Sarnelli contactó con un fotógrafo, una modelo y algunos artistas e hicieron una sesión fotográfica algo surrealista. Una persona descubre el accidente, clama al cielo y después pide ayuda en el tríptico que crearon con el fotógrafo Gualtiero F., la modelo Nica Seleeva, el escultor García Albizuri, que se encargó de las máscaras, y el artista plástico Jesús de Miguel, en el papel de víctima.

Una performance que vuelve a su concepto del arte y del reciclaje de esos objetos que creemos que ya no sirven pero que pueden tener una segunda vida, y también una llamada de atención a los conductores para poner el foco sobre la seguridad vial.«Cariño especial»

«Fue un golpe muy duro, porque el coche estaba ya listo para la temporada, le habíamos hecho todas las revisiones y acababa de pasar la ITV. Además, le teníamos un cariño especial, porque fue uno de los primeros que utilizamos para el proyecto. Fuimos a comprarlo a Barcelona y le dimos el nombre ´Pelotita´, por el que le había llamado la familia propietaria desde que lo estrenó, y lo habían cuidado mucho», cuenta Sarnelli.

En este caso el arte, aunque haya sido por accidente, ha vuelto a reciclar lo ya reciclado para darle una nueva vida.