Si hay un editor o librero que no falla a ninguna edición del Día del Libro, ese es Miquel Costa, inconfundible porque, de piel delicada, siempre se protege con un sombrero payés. Las principales novedades que ayer presentó en Santa Eulària (y hoy en Vila) el propietario de Editorial Mediterrànea Ibiza son 'La Segona República a Formentera', de Martí Serra, y 'Leocàdia i el Basilisco Jesucristo', de Bernat Joan. En su puesto desplegó además ocho de los 40 títulos de poemas de su catálogo: «El editor no puede prescindir de la poesía y del teatro, pero tienen un público muy reducido», admite. La cocina, el costumbrismo y la historia es lo que «más tirón tiene»,admite.

Se venden pocos libros, o eso dicen, pero no faltan editores en esta isla, como Ramon Mayol, que este año presenta las novedades 'Terra endins, mar enllà', un poemario (eso que se ha de tener aunque apenas tenga salida) de Marià Torres, 'Véndes, pous i fonts de Santa Eulària', de Pep Xumeu, y 'Relatos de Ibiza', la recopilación de los premios literarios de la Fundación Vilás. Mayol se queja de la deriva que tiene el mundo editorial: «Está pasando como con la música, va realmente mal». Y no sólo por las ventas on line y Amazon, o porque «cada día desaparezca una librería» de Ibiza: «Nuestro principal competidor en la isla es el Consell. Es el que más libros publica», protesta.

Ayer debieron pitarle los oídos al conseller ibicenco de Cultura, David Ribas, del que varios editores soltaron sapos y culebras por su errática política editorial, especialmente a la hora de dar subvenciones. «El Consell no nos ayuda. En 2017 no sacó ninguna convocatoria. Y la última tardó en resolverse mucho tiempo», clama uno de ellos, que prefiere mantener el anonimato.

Guías y, ya puestos, zapatos

Este coincide con Mayol en que el Consell «es el mayor competidor de las editoriales». Publica mucho y, encima, «distribuye mal», algo que se comprueba fácilmente en las librerías, en las que se echan de menos muchos títulos porque siguen metidos en las cajas desde que salieron de la imprenta. «¿Por qué -se pregunta además- la institución insular tiene que editar guías y mapas? Ya puestos, que hagan también zapatos».

Ser editor en Ibiza no es fácil, asegura: «Nos mantenemos por las publicaciones locales, pero son tiradas muy cortas que encarecen el libro. Y, encima, las subvenciones no viven, precisamente, su mejor momento. De hecho, pasan por su peor momento». El Consell, como si no existiera (debe ayudas del año 2016), y los ayuntamientos «cada vez compran menos libros», subraya.

Lluís Ferrer, editor y escritor, no se queja, sin embargo: «A mí me va bien», admite. Es el segundo año que acude a Santa Eulària con puesto propio, en el que ayer vendía sus libros, tanto los que se ha autoeditado (la autoedición está de moda: ayer había al menos tres puestos de autores que han publicado de esta manera) como los que le han editado, tal como hizo Apache Libros con su versión en cómic de 'Días oscuros'. «Sinceramente, a mí me compensa económicamente. Los libros autoeditados no tienen intermediarios, de manera que el margen es más grande. Y tengo la suerte de que lo que yo hago, se vende», explica el autor.

Mientras algunas librerías cierran por la caída estrepitosa de las ventas, en Sa Cultural ven el vaso medio lleno. O bastante lleno. Montse, una de sus responsables, asegura que están «experimentando un crecimiento de las ventas». Resulta extraño oír eso cuando el año comenzó con el cierre de dos librerías: «Quizás es porque somos diferentes», apunta. Su «punto fuerte» son el manga y el cómic, pero además son auténticos libreros, de esos a los que te puedes encomendar para encontrar un libro o que te recomienden una lectura: «Hay que innovar. Amazon da servicios, pero nosotros damos atención especializada, cercanía. Nos encanta lo que hacemos, somos libreros», dice, subrayando con placer esa última palabra. Advierte, eso sí, que Amazon no sólo es una amenaza «para las librerías, sino para el comercio en general».

Músicos sin tiendas

Cada vez hay menos librerías, pero qué decir de las tiendas de discos. Los músicos de Ibiza instalaron ayer un puesto en s'Alamera de Santa Eulària para vender, a 10 euros por unidad, los cds garbados por Stone Corners, Apotropaico, Tales of Gloom, Rels, Sequoia Tree, Somos Uno, Joaquín Garli y Bluesmafia i els Saligardos, de lo mejorcito de la isla. «Es una buena oportunidad para dar a conocer el montón de grupos de Ibiza que cuentan con discos en el mercado. El problema es que nos hemos quedado sin tiendas donde venderlos», explicó Christian Roig, cantante y guitarra de Sequoia Tree, que junto a Pablo Kiaro, cantante de Apotropaico, colocó los cds en el puesto a primera hora de la mañana: «Hay material, en la isla se hace música de calidad», destacó este último.