Corrupción, romance, luchas de poder, infidelidades y, sobre todo, una historia real que hizo correr ríos de tinta como fuente de inspiración, estos son los ingredientes básicos con los que cuenta ´En vida teva´ para enganchar al espectador balear el próximo 17 de enero. Ese día se emitirá en IB3 el primero de los dos capítulos de esta producción cuyo guión se ha basado en los polémicos sucesos que llevaron al que fuera obispo de Mallorca, monseñor Javier Salinas, a ser apartado de su cargo.

La relación del prelado con la que fue su secretaria personal, Sonia Valenzuela, se convertirá en la miniserie en un encuentro entre el prelado, interpretado por Blai Llopis , y un antiguo amor, encarnado por Assun Planas, que aparece de nuevo en su vida con consecuencias inesperadas.

«No es como un documental, se inspira en los hechos reales pero hay situaciones y personajes que son totalmente ficticios como el mío», explicaba ayer al Diario de Ibiza la actriz ibicenca Tita Planells, que desempeña uno de los roles protagonistas en esta intriga eclesiástica.

De su personaje adelantó que es «la mala malísima, una niña bien, ambiciosa, calculadora, manipuladora y acostumbrada a conseguir todo lo que quiere en la vida, que no tiene ningún escrúpulo en usar lo que haga falta para conseguir sus fines». Y su objetivo no es otro que hacerse con un convento en ruinas para convertirlo en un hotel de lujo.

Planells, en su papel de Cristina de la Cuadra, es una pieza clave en esta trama de «luchas de poder, especulación, ambición desmedida» y tejemanejes en las altas esferas. Otros personajes destacados son el de Miquel Gelabert, como vicario, y los de Laura Pons y Lina Mira, que interpretan a dos monjas.

La actriz reconoció que hasta que empezó la producción, apenas sabía de los hechos que inspiran la trama pero aseguró que le parece «sano que se hable de estos escándalos, está bien que se saquen a la luz».

El rodaje

El rodaje

La serie se rodó en dos semanas en Palma durante el mes de octubre. Para las escenas de interiores se empleó la sede del Consell de Mallorca. En el primer piso se recreó el despacho del obispo y en la planta baja, el Vaticano.

Las secuencias en las que aparece la actriz ibicenca se tomaron durante cuatros días. En pantalla, Tita Planells explicó que sólo coincide trabajando con Llopis y Gelabert, intérpretes con los que forma un triángulo en el que ella «malmete» continuamente.

La intérprete no ha podido todavía ver el resultado final de la serie, así que al igual que muchos, está expectante. Por un lado por cómo pueda recibir la producción el público: «habrá a quien le guste mucho y quien ponga el grito en el cielo». También reconoce estar un poco «asustada» por cómo se verá en la pequeña pantalla. «Hace mucho que no hacía ficción y ha sido un poco extraño y también excitante volver a rodar y ver el trabajo que hay detrás», aseguró.