El joven pianista checo Matyás Novák ofrece hoy en el Centro Cultural de Sant Carles, a las 22 horas, un concierto dentro del XXII Festival Internacional de Música de Ibiza y del XXII Concurso de Piano, con un programa romántico de Franz Liszt y el estreno mundial de su improvisación de 'Bona nit, blanca roseta'.

Tras sus giras en 2015 y 2016 por los principales auditorios de China, su reciente debut en el Carnegie Hall de Nueva York (mayo 2017) o la grabación de un CD monográfico de Franz Liszt con los 'Años de peregrinaje. Primer Año: Suiza', hoy presenta las obras de este disco sobre el escenario de Sant Carles. Después de escuchar en directo a José Antonio Tur Palerm con su flaüta pagesa, Novák ofrecerá una improvisación de la canción popular 'Bona nit, blanca roseta' que la convertirá con una mezcla de estilos desde el Barroco hasta el ragtime jazzístico.

Matyás Novák empezó a interesarse por la música cuando consiguió su primer piano de plástico, regalo de su padre. Con tan sólo tres años aprendió a tocar canciones populares. Dos años más tarde, entró en una academia de piano y realizó su primera actuación sobre el escenario en República Checa. «Nunca me pongo nervioso porque siempre estoy ensayando con el piano. Antes de salir al escenario en cada concierto repito las melodías en mi mente varias veces como una manera de repasar», explica Novák en el hotel de es Canar en el que se hospedan estos días.

Con tan sólo 19 años, Novák ha ganado numerosos concursos nacionales e internacionales como solista o solista con orquesta en la República Checa, Eslovenia, Austria, Alemania, Polonia, Estados Unidos y España con lo que se ha convertido en uno de los jóvenes pianistas más destacados del momento y uno de los más prometedores de su generación. «Todos los conciertos me han parecido fantásticos. En China recuerdo que les gusté tanto que me consideraron una estrella y, por lo tanto, me recibieron con el mayor lujo: limusinas, hospedaje de cinco estrellas...», rememora Novák.

El joven estudia en el Conservatorio de Pardubice (República Checa) y en la famosa Academia Internacional de Piano 'Incontri col Maestro' en Imola (Italia) pero tiene pensado cursar Bachillerato en Berlín para terminar el instituto. Además, acaba de lograr la beca CME International Performing Arts Grant otorgada por The Center for Musical Excellence en New Jersey.

En 2013, Novák ganó el Primer Premio Juvenil en Ibiza del Concurso de Piano. «Hace cuatro años vine a Ibiza por primera vez para competir y me encantó. Aunque me sorprendió que todos los concursantes tuviesen una imagen de la isla como un destino de fiesta y desenfreno en vez de como un paraíso cultural», lamenta el joven pianista.

El pasado mes, fue pianista oficial del Campeonato Europeo de Baloncesto Femenino disputado en Praga en el que interpretó los himnos nacionales de los países en un piano Petrof.

Los padres acompañan a Novák en sus viajes todas las veces que pueden para apoyarle en su carrera. «Yo soy maestra de Latín, por lo que se me hace imposible poder acompañar a mi hijo en todos sus viajes durante el curso escolar, pero mi marido lo acompaña. Por ejemplo, él fue a China con Matyá?», detalla Girina, madre del joven pianista. «Este don que tiene, no viene de ningún miembro de la familia. Ninguno hemos tocado el piano. Es un don que le ha dado Dios», añade Girina en el hall del hotel.

Aficiones

Al contrario que el resto de los jóvenes, Novák no dedica sus ratos libres (que son pocos) a redes sociales como Instagram o Facebook. «Estoy pensando en hacerme una cuenta en alguna red social», explica Nóvak. Se dedica como experto a la crianza de pollos y gallinas en una granja. Además, las presenta en exposiciones que se realizan en su ciudad natal. Sin embargo, su familia vive en la zona céntrica de la ciudad, por lo que mantienen alquilado un terreno de 600 metros cuadrados en el que el joven se dedica a cultivar hortalizas en un invernadero para su familia. «Mi padre le ayuda con el cultivo de las hortalizas. Pero como viaja mucho por el mundo, yo también intento ayudarlo», concluye la madre de Novák.