La diminuta capilla de es Canar se llenó ayer para seguir la misa de la festividad del patrón Sant Cristòfol, santo al que se le encomienda la bendición de los vehículos y la buena conducción. Por ello, el obispo de Ibiza, Vicente Juan Segura, no perdió la oportunidad de incluir en la homilía una referencia al terrible dato «de ocho muertos en las carreteras de Ibiza en lo que llevamos de año», una cifra que ya supera la de toda la siniestralidad de 2016. El obispo pidió «más policía» para controlar el tráfico y, aunque destacó que quienes infringen las normas «son una minoría», lamentó «el daño que hacen los malos conductores». No desaprovechó la ocasión para recordar que también son malos conductores los que aparcan mal y provocan problemas de movilidad y acceso a personas y coches, «algo que sucede muchísimo en Dalt Vila», donde está la residencia oficial del obispado.

Tras la misa y un pequeño aperitivo, una decena de carros de caballos pasaron por delante del pequeño templo para recibir la bendición. La comitiva estaba encabezada por el carro de José Ferrer Ferrer, una pieza «de más de 70 años» tirada por la yegua Alba. «Tengo otros dos carros y cabriols», explicaba Ferrer antes de emprender la marcha que les llevó por las calles principales es Canar para delicia de los turistas que no pararon de grabarles en vídeo y sacarles fotos con sus móviles.

Los carros partieron del terreno en el que está levantada la capilla, «que fue donado en memoria de la señora Carmen González de Barro, quien compartió su jardín con el pueblo de es Canar para oficial la santa misa durante muchos años», según reza una placa en la capilla. Vicent Torres Benet, director insular de Turismo, lo confirmaba ayer, ya que pasó su infancia veraneando en el pueblo en la casa de sus abuelos. «Las misas se hacían entonces aquí, pero debajo de la sombra de un algarrobo» comentaba mientras buscaba él mismo un sombrajo donde cobijarse fuera del templo del sol de justicia que caía ayer sobre es Canar.

La misa contó con la actuación del coro de Sant Carles, que dirige Elena Prokhorova desde hace nueve años. Este coro cumplió recientemente su 75 aniversario, y ayer fue aplaudido tras su actuación durante la misa.

Tras la celebración religiosa llegó el concurso de paellas, en el que finalmente se presentó un solo equipo, el de la Asociación de Motos Clásicas, que se llevó el premio. Pero no fue la única paella. Se repartieron cerca de 500 raciones gratuitas de la que prepararon de manera altruista varios vecinos de es Canar bajo la dirección de Juanito Tur. «Somos un grupito de amigos que queremos hacer algo por la fiesta de es Canar. La paella la financia el Ayuntamiento de Santa Eulària, así que es gratis», explicaba ayer.

Prepararon unos 120 kilos de marisco, 70 de carne y 80 kilos de arroz en una enorme paella cocinada con fuego de leña. «Nosotros nos podemos participar en el concurso de paellas porque sino ganaríamos el primer premio», bromeaba Tur. Lo cierto es que tanto él como sus compañeros sudaron la gota gorda en un día especialmente cálido al lado del gran fuego y manejando grandes palas para remover la paella con el caldo.

La celebración contó también con la presencia de los artesanos, situados en el Passeig Marítim, que recibieron la visita del alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, de buena parte de la Corporación municipal, además del senador Santi Marí y del director general de Turismo, Vicent Torres, Benet.

Por la tarde estaba prevista la actuación de la Banda de Música Municipal y ball pagès, además del concierto de Morning Drivers.

El Consistorio informó por la tarde que por motivos ajenos al Ayuntamiento, que había tramitado todos los permisos, se cancelaba el castillo de fuegos de artificio . «Esta mañana se nos ha comunicado que la empresa responsable no estaba en disposición de hacer el espectáculo», explicó ayer el Consistorio que pide disculpas a los vecinos y avanza que tomará medidas para averiguar qué ha pasado y cómo se puede compensar a es Canar.