­Parece que Formentera no quepa en sí misma de tanta fiesta, conciertos y citas culturales que se suceden semana tras semana sin solución de continuidad. Así, la próxima semana la sección insular de la Obra Cultura Balear (OCB) cierra su programa de actividades que organiza en primavera con un concierto que empezará con la actuación de Jordi Montàñez, al que seguirá el grupo local Allsex y la actuación por primera vez de Quimi Portet.

Este músico y compositor ha sido y sigue siendo una de las referencias del pop catalán y nacional. Un artista que se ha apartado de los circuitos comerciales que le llevaron a lo más alto con El último de la fila, acompañado de su amigo Manolo García, con el que mantiene una estrecha relación personal y artística.

Quimi Portet nunca se ha andado con remilgos, no ha intentada jamás contentar a la autoridad por muy cercana a sus ideas que fuera. Ha sido, y lo sigue siendo a sus 58 años, un músico directo, rebelde y contundente en sus mensajes pero siempre divertido. La ironía, el sentido del humor y la intención de que el público se lo pase bien siempre le han guiado. Por eso ha preferido quedarse en un segundo plano, sin renunciar a su capacidad de crear, antes que sumergirse en el mundo comercial puro y duro.

Este músico catalán (de Vic) se ha distinguido por mantener cierta irreverencia hacia el llamado status quo. Como compositor sus letras dan buena muestra de su espíritu contestatario. Quizá por eso cuando vio que el mercado se comía la marca de El último de la fila, junto a Manolo García, decidieron disolver el grupo. Desde entonces tanto uno como otro han seguido sus respectivas carreras, manteniendo una estrecha amistad. Quimi Portet lleva ya nueve discos en solitario y su último trabajo. ´Ós bipolar´, lo acaba de editar el pasado mes de abril.