«Esto es para los locos. Los inadaptados. Los rebeldes, Los alborotadores. Las clavijas redondas en los agujeros cuadrados. Los que ven las cosas de forma diferente...», este pasaje de una de las obras del escritor maldito de la generación beat de los años cincuenta, Jack Kerouac, fue determinante para que Sol Courreges y Bettyna Rivero se pusieran a trabajar un un proyecto común que se puede ver en el Centro Gabrielet, en Sant Francesc Xavier, hasta el próximo 15 de junio.

Lo primero que llama la atención al entrar en la exposición es que hay mucho trabajo detrás, por la cantidad de objetos y joyas expuestos.

Sol Courreges presenta una serie de obras decorativas únicas que navegan entre las artesanía y el arte en donde domina el blanco, los materiales recuperados, desde maderas a restos de piezas de coches. Por su parte, Bettyna Rivero muestra una colección de diseños de joyas en plata en donde ha dejado que su imaginación salga sin ninguna limitación.

Courreges explica que el trabajo que han hecho surge «al leer ese texto de Kerouac y darnos cuenta que con ese texto podíamos reventar, aprovechando el tema de los residuos y de la ola de coches quemados», que sufrió la isla en los primeros meses del año. De hecho algunos de los restos que aparecen las piezas expuestas proceden de algunos de esos vehículos.

En el caso de Rivero el texto que han elegido como motivo principal de la exposición supuso «un gran desafío por la posibilidad que te da de atreverte, de desafiar tu creatividad y sacar la locura que cada uno tiene». Para ella la colección que expone «es más atrevida, me he arriesgado más para expresar esas locuras que por circunstancias a veces no salen».

Courreges añade que el objetivo era también huir de lo «comercial», pero además el mensaje que quieren transmitir es el que Kerouac les propone y con el que se sientan ambas plenamente identificadas. «Es como atreverse a ser uno mismo, este proceso de tres meses ha sido muy satisfactorio para las dos», precisa.