Italia

El Buncintoro, la galera del Dux de Venecia, volverá a surcar los canales

EFE

De la majestuosidad del último "Buncintoro", palabra que deriva del veneciano "buzino d'oro" (barca de oro), despedazado en 1978, quedan sólo su representación en los cuadros de Canaletto, y algunos fragmentos conservados en los Museos Correr y el Arsenal de Venecia.

Una espina clavada en el corazón de los venecianos, que cada año, cuando se realiza las famosas ceremonias en la laguna como la regata o la fiesta de la Asunción "Sensa", lamentan no ver anclada en la laguna una pieza importante de su historia.

Movidos por el "orgullo" y la "locura", como ellos mismos reconocen, un grupo de venecianos han constituido la Fundación Buncintoro para recoger los fondos que sirven para reconstruir la magnífica galera.

El secretario de la Fundación, Giorgio Paternò, explicó a EFE que hace ya varios años que se ha comenzado la paciente y difícil reconstrucción de los detalles de la nave y de las más de 1.000 esculturas que la decoraban, y anunció que el próximo 15 de marzo comenzarán las obras de la estructura del navío en el astillero veneciano.

Para financiar el titánico proyecto, se necesitarán entre 15 y 20 millones, que Paternó y su fundación están recogiendo de patrocinadores privados.

Al llamamiento de la Fundación Buncintoro han respondido ya muchos italianos, pero además Paternò ha enviado, tramite el ministerio de Exteriores, una carta al presidente francés Nicolas Sarkozy para que se movilice para encontrar patrocinadores galos.

"Al fin y al cabo fueron ellos quienes destruyeron el Buncintoro", aseguró con un tono sarcástico Paternò, recordando que Napoleón despojó el Buncintoro del oro que lo recubría y envió a la embarcación a Francia donde acabó como galera de prisioneros.

Napoleón destruyó la galera, además de para quedarse el botín, como gesto destruir un símbolo del poder de la República de Venecia, es el sentir general de los venecianos.

Paternò espera que en 2009 durante la fiesta de la "Sensa", una de las más importantes de Venecia y en la que se celebra "las nupcias con el mar", aparezca en el horizonte el "Buncintoro".

La embarcación se utilizaba en los cortejos en la laguna para acoger las embajadas y las más altas personalidades de la época, y en las fiestas y principalmente en el día de la Ascensión.

El barco tenía dos plantas: la planta inferior era para los remeros; la superior estaba cubierta con un enorme baldaquín, que formaba una gran sala revestida de terciopelo rojo con 90 asientos y 48 ventanas.

Esta sala estaba reservada a las máximas autoridades de la República y culminaba en la popa con el fastuoso trono del Dux.

El último ejemplar de Buncintoro, botado en 1728, era aproximadamente 35 metros de largo, con 42 remos y 168 remeros.

Paternò explicó que a la nueva embarcación se la llamara "El Buncintoro de la paz" y su tripulación estará formada en su primer viaje "por hombres que hayan contribuido a acabar con las guerras".

Al alcalde de la ciudad, Massimo Cacciari, se le reserva el honor de ser el nuevo Dux a bordo de la nave, y tampoco habrá problemas a la hora de encontrar al centenar de remeros entre los jóvenes venecianos, aseguró Paternó.

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