El juez Carofiglio ofrece desde la literatura una nueva perspectiva del mundo judicial

En una entrevista concedida a Efe, Carofiglio ha confesado que su personaje literario habitual, el abogado Guido Guerrieri, "son unos ojos nuevos para ver mi mundo, el judicial".

El escritor italiano, que ha participado en la Semana Negra de Barcelona con la última entrega de Guido Guerrieri, "Con los ojos cerrados" (Plata/Edicions 62), ha señalado que el protagonista de sus novela le "ha mostrado muchos detalles nuevos del mundo judicial", como por ejemplo, "lo que piensa un acusado, que son cosas que el fiscal no puede ver".

El escritor ha remarcado "que si mi personaje hubiera sido fiscal, nunca me hubiera dado cuenta de estos nuevos detalles" y, por eso, "mi novela no hubiera tenido tanta riqueza".

Por las respuestas de Carofiglio, se puede deducir que su novela no se puede definir desde un único punto de vista, sino que "es muy diversa, porque cada lector la ve de una manera diferente".

El autor ha contado que, una vez, en una conferencia, los lectores empezaron ha discutir sobre la novela: "Unos decían que era existencial, otros negra, de thriller y, de repente, se levantó una mujer y espetó: 'qué estáis diciendo, esta novela es de amor'", esta diversidad es lo que le gusta más a Carofiglio.

El protagonista de la novela, Guido Guerrieri, que ya apareció en la primera obra de Carofiglio, "Testigo involuntario", es un personaje muy contradictorio, porque por un lado es "un abogado muy competente, de éxito", pero en el ámbito personal es "frágil, lleno de dudas y tiene una relación complicada con el mundo femenino" y, además, "esta lleno de ironía".

La ciudad en la que está ambientada la novela, Bari, en la que nació y vive el autor, le va como anillo al dedo al protagonista, ya que esta localidad "está llena de contradicciones, porque es la puerta limítrofe entre Oriente y Occidente, en ella conviven el pasado y el futuro, y tiene las cosas de una ciudad de provincia, pero sin dejar de ser una metrópolis".

Según ha explicado el autor, la novela también tiene un "trasfondo ético", porque, aunque Guido Guerrieri se puede equivocar, en los momentos claves de la vida, en las cosas importantes "siempre se comporta de acuerdo con las normas morales y éticas".

Carofiglio ha explicado que "no bebe de una única fuente, sino que mi obra es como una batidora donde todo lo que he leído a lo largo de mi vida se mezcla indisolublemente", sin embargo, tiene especial predilección por la literatura estadounidense porque "se ambienta en grandes ciudades, es una cultura joven pero con fuerza y, además, su escritura es seca y esencial".

Esta manera de escribir, se puede ver en la obra del autor, que está desnuda de adjetivos y adverbios: "me gusta utilizar frases secas y utilizo palabras primas, como si fueran colores primarios".

Aunque Carofiglio estudió leyes y ha ejercido casi toda su vida de abogado, ha reconocido que su sueño "siempre había sido ser escritor" y, además, ha revelado que otro de sus deseos, "promocionar mi obra en Nueva York", también se ha cumplido.

Aun así, el escritor ha explicado que "hay una maldición gitana que consiste en que todos tus sueños se hagan realidad, para que dejes de soñar", Carofiglio, por eso, se muestra satisfecho "porque no sufre de esta maldición" y dice que "es afortunado porque tiene sueños y deseos para los próximos cincuenta años".

En Italia, ya se ha publicado la tercera parte de las aventuras del abogado Guido Guerrieri y Carofiglio ya está pensando en la cuarta parte, pero antes tiene otro proyecto en la cabeza, una novela que trata de tres amigos que, veinte años después, vuelven a reencontrarse y "ven cosas nuevas en su amistad".