Solicito mi baja en la Asociación del podenco ibicenco y de criadores, agradeciendo que me hayan dejado participar. No me encuentro con fuerzas para seguir recogiendo triunfos en favor del podenco ibicenco. Cuando empecé a cazar en la isla, apenas había cotos y cuando salíamos en veda a cazar, para favorecer que los perros estuvieran en forma, te costaba una denuncia (5.000 pesetas).

Hoy en día gracias a la Asociación del podenco ibicenco y a las autoridades de Ibiza, seguimos sin tener nuestro campo de entreno, para todo el año, por lo cual te obligan a salir al campo y las denuncias son de 3.000 euros. Ya viene el Seprona y te trata de asesino, por querer tener en forma a tus podencos. Hemos salido ganando, nos cuesta la ruina cuidar a nuestros perros.

Nos preocupamos de que haya cacería, ponemos bebida y sembramos comida para los animales dentro de los cotos y se ve que esto perjudica la caza.

Por el contrario en terreno libre se cuidan ecologistas y naturalistas. Estos señores tienen unos perros sueltos todo el año y no pasa nada, porque estos perros que no son podencos, que están siempre sueltos, destrozan madrigueras y molestan a toda la caza. Y esto debe ser que beneficia la caza. Como estos perros son tan deportistas, después de venir de las madrigueras llenos de barro y de comerse conejos les ponemos un sitio para que se laven en la playa. Luego tenemos otra ventaja con estos perros, acaban en la perrera la mayoría y gracias a donativos de ecologistas, naturalistas y animalistas que dan subvenciones se mantienen las perreras municipales.

Por el contrario si un cazador porque fallece un compañero se preocupa de que los perros no vayan a Can Dog o los sacrifiquen, como ha sido mi caso, te pilla el Seprona con dos perros que tú los llevas a un amigo de la península y con la información que me ha dado el veterinario Juan Luque, de que no podía poner los perros a nombre de mi amigo hasta llegar al destino. Pues te meten 3.000 euros de multa por querer hacer un acto de buena fe.

Quién saca estas leyes que se aplican a la mayoría de jubilados y pensionistas por preocuparse por los animales y cuidar la raza, participando en concursos exposiciones y todas las fiestas de los pueblos de Ibiza. Quiero dejar de colaborar en todos estos logros en favor del podenco ibicenco.

Total, este problema en 20 años estará solucionado ya que todos los defensores del ca eivissenc estaremos muertos.