Soy madre de una reclusa del Centro Penitenciario de Ibiza que en estos momentos se encuentra en el Centro de Palma de Mallorca, desplazada después de haber tenido un accidente dentro del centro en Ibiza. En este asunto no voy a entrar en detalles, ya que está denunciado por parte de ella ante el juez de Vigilancia Penitenciaria y en el juzgado de guardia de Ibiza el día 18 de agosto del 2016 a las 10 de la mañana.

La denuncia la presenté yo misma con autorización de ella, junto con los informes médicos correspondientes. Por lo visto, estos informes se perdieron en el Centro Penitenciario de Ibiza, ya que parece ser que a Palma no llegaron.Quiero puntualizar que mi hija fue trasladada a Palma, después de una conmoción cerebral y una semana hospitalizada, justo dos días después de ser devuelta al Centro Penitenciario de Ibiza desde el Hospital de Can Misses, con pruebas urgentes pendientes de hacer que en estos momentos aún no se le han realizado. Gracias a la doctora de Urgencias del día 6 de julio y al neurólogo doctor Martínez tuve la suerte de poder estar con mi hija en el momento del alta, ya que al perderse los papeles en el trayecto Can Misses-Centro Penitenciario mi hija está con secuelas que siguen allí, sin haber sido revisadas, ni las pruebas pertinentes hechas. ¿Quien será el responsable?

Gracias al servicio de atención al paciente, pude recoger todos los informes médicos y fotografías que constan junto con la denuncia presentada en el juzgado de Ibiza. He pedido cita en dos ocasiones para reunirme con el director del Centro Penitenciario de Ibiza, sin éxito.

Al parecer mi hija fue trasladada en un furgón de la Guardia Civil tirada en el suelo, ya que no podía estar sentada. A la persona que me atendió al teléfono le dije que no quería ningún beneficio para ella, pero toda persona tiene unos derechos humanos mínimos y que si no tenían dinero para trasladarla en una ambulancia, yo la habría pagado.

También quiero agradecer a los guardias civiles que la custodiaron durante 45 horas en los boxes de Urgencias, que en todo momento me fueron informando de su estado. No sé qué tendrá el Centro Penitenciario de Ibiza en contra de mi hija, pero la última es que desde el 31 de agosto le tienen retenidos 100 euros por el pago de los gastos de enviarle una televisión comprada en Ibiza que a día de hoy todavía no le han entregado en Palma de Mallorca.

¿Por qué no se le ha hecho la resonancia cerebral que el doctor Martínez (neurólogo de Can Misses) puso como urgente para una semana a fin de ir controlando el coágulo? ¿Por qué se le retiró la escayola del brazo por rotura de escafoides y tiene que estar con secuelas y sin movimiento en la mano? Según los juzgados de Ibiza, no se puede denunciar al director del Centro Penitenciario. ¿Alguien me puede decir qué puedo hacer?