Siempre es duro decir adiós porque, no por esperada, la muerte de un ser querido es menos dolorosa. En momentos tristes como estos, es importante apoyarte en lo que tienes, en sacar lo positivo que día a día te ofrece la vida y recordar el cariño y la atención que hemos recibido durante todo el tiempo que hemos luchado contra la enfermedad. Un cariño y un interés que han hecho más llevadero el dolor de la lucha.

Espero que estas líneas sepan transmitir mi agradecimiento y el de mi familia hacia todas las personas que se han ocupado y cuidado de mi marido. Gracias a la profesionalidad y deferencia de las doctoras Lorena y Pilar, al cariño y buen hacer de todo el personal sanitario de la planta F del hospital de Can Misses y gracias, de corazón, al doctor Iker López, quien, con su diligente atención, ha hecho que estos últimos meses sean mucho más llevaderos.

Gracias a todos de corazón.